lunes, 6 de julio de 2020

OBEDECER

 

JEREMÍAS 9:23,24 Esto dice el Señor: "Que el sabio no haga alarde de su sabiduría, ni el fuerte de su fuerza, ni el rico de su riqueza. Si alguien quiere hacer alarde de algo, que lo haga de que aprendió a conocerme, y de que entiende que yo soy el Señor que actúa con fiel amor, justicia y rectitud, pues es lo que a mí me gusta. Lo dice el Señor. (PDT)

 

El conocimiento de Dios y el obedecer a Dios, es la gloria del hombre.

Pedro era pescador profesional; sabía cómo interpretar las condiciones del tiempo, dónde encontrar los mejores lugares para pescar y cuándo dejar de hacerlo. Por su capacidad, pudo haber cuestionado sin decir nada la sensatez del mandato de Jesús.

¿Por qué echar las redes, si un experimentado equipo de pescadores no había atrapado nada durante toda la noche?

 

A veces, Dios les pide a sus hijos que actúen de maneras que pueden no parecer lógicas. Su petición puede implicar dejar un empleo o un ministerio que Él acababa de proveer, para que tome responsabilidades mayores cuando la vida ya es suficientemente difícil, o aceptar una tarea que parece más indicada para alguien con otras capacidades. Quizás el plan de Dios no tenga sentido en vista de la edad, la situación económica o la salud. Sin embargo, por ser Dios quien lo pide, será absolutamente correcto hacerlo.

 

¡¡¡Tenemos que decidir si vamos a hacer lo que es prudente

según el criterio humano u obedecer a Dios sin condición!!!

 

La Biblia habla de muchas personas que tuvieron que tomar una decisión ante una instrucción de Dios que parecía ilógica según el criterio humano:

A Noé se le dijo que construyera un arca porque vendría un diluvio.

(Génesis 6:13-22)

A Josué se le dio la estrategia militar de marchar alrededor de Jericó, en vez de atacar la ciudad. (Josué 6:2-5)

A Gedeón, el guerrero sin experiencia, se le dijo que mandara a sus casas a la mayoría de sus hombres antes de una batalla. (Jueces 7:2,3).

No cometa usted el error de dejar que la lógica humana le dicte si debe seguir o no el plan de Dios. Confíe en Él, como lo hicieron Pedro y otros seguidores fieles.

 

Cuando decidieron obedecer lo que el Señor les dijo, todos experimentaron al Poder Divino liberado en beneficio de ellos.

 

CONFESIÓN DE FE:

BUSCARÉ CADA DÍA ACERCARME MÁS A MI SEÑOR, DE MANERA QUE LOGRE UN CONOCIMIENTO PROFUNDO DE ÉL Y SUS PROPÓSITOS PARA MI VIDA, Y LUEGO OBEDECERLO SIN CONDICIÓN.

 

ORACIÓN:

Padre celestial, El Omnipotente, Omnisciente, Dios Todopoderoso y Suficiente (Génesis 17:1). Mi amado Dios y Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores (Isaías 6:1), Soberano Rey, a ti que estas sentado en un Majestuoso Trono, alto y sublime, dispuesto total y enteramente para nosotros tus seguidores, vengo a darte gracias hoy mi Señor, por tu instrucción diaria, por tu guía y tus preceptos, que son perfectos, oportunos y llenos de sabiduría. Me inclino ante Ti para decirte que voy a obedecer sin condición, de manera que pueda yo experimentar tu Poder Divino en beneficio mío y de los que me rodean. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tus planes perfectos para mi vida y el poder que me das para llevarlos a cabo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.