BENDÍCELOS
LUCAS 6:27-29 A los que están dispuestos a escuchar, les digo: ¡amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman. Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa. (NTV)
♥ Del amor hacia los enemigos… ¿Tienes enemigos? ¡Bendícelos!
Cuando nos llegan noticias de la iglesia perseguida, sabemos de cristianos que, a pesar de ser golpeados, acosados y encarcelados, responden con una gracia y una dignidad inimaginables. Estos creyentes han aprendido a aplicar el mandamiento de Cristo de "amar a los enemigos", aun en las circunstancias más difíciles.
Puede ser que nosotros nunca enfrentaremos una golpiza por nuestra fe, pero nos encontraremos con personas que nos odien, nos rechacen y nos traten mal. La respuesta fácil y natural es que los detestemos como contrapartida, pero albergar mala voluntad hace que el resentimiento sofoque nuestro testimonio. En vez de eso, el Señor Jesús nos manda que amemos a nuestros enemigos y que los tratemos bien.
♥ La palabra griega es: "ágape", que significa "amor incondicional".
El amor ágape requiere de nuestra voluntad y esfuerzo. Cuando decidimos amar, nuestros sentimientos obedecen la decisión de nuestra mente. Responder de una manera positiva a un enemigo será beneficioso para esa persona. Dios tiene en mente un plan redentor para esa vida y nosotros tenemos la oportunidad de mostrarle el camino al Señor. Una respuesta agria o airada de nuestra parte, solo servirá para aumentar el deseo de nuestro enemigo de causarnos daño. El impulso natural de devolver mal por mal, solo puede ser dominado por medio de la oración, el arma más poderosa de nuestro arsenal. En vez de rogarle al Padre que derrote a nuestro enemigo, podemos pedirle la oportunidad de expresar un amor genuino a la manera de Cristo ante la oposición. Esa es la clase de oración que Él se deleita en contestar.
CONFESIÓN DE FE:
PROCURARÉ CON LA MOTIVACIÓN CORRECTA BENDECIR A LOS DEMÁS, INCLUYENDO A LOS QUE CREEN SER MIS ENEMIGOS, CON MIS ORACIONES Y PIDIÉNDOLE A DIOS QUE OBRE A FAVOR DE ELLOS Y QUE CONOZCAN SU PLAN REDENTOR.
ORACIÓN:
Señor Jesús, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Mi Señor y Salvador Jesucristo, hoy te pido, bendíceme y bendice a mi familia, mis amigos y especialmente a mis enemigos, resguarda mis bienes espirituales, mis sueños y proyectos, sé Tú mi abogado y ejerce tu sabiduría para defenderme de los ataques que ellos puedan hacerme y aleja de mí a todos aquellos que sólo desean mi perdición. Hoy te pido me concedas la gracia de ser Tú mi abogado y mi Juez. No permitas que el maligno triunfe con actos de injusticia. Padre Celestial, dame tu perdón si lastimé a alguien con dichos o con hechos. Líbrame de todos aquellos que desean mi mal, que si ojos traen no me vean, si manos traen no me agarren, si pies traen no me sigan. Que se haga siempre la voluntad de Dios, aunque me cueste entenderla y más aún aceptarla. Estoy confiado y entregado a la Providencia para que se cumpla tu plan Divino. Te pido que llegue hasta mí toda tu ternura y fortaleza para entender la realidad y seguir en el camino y así pueda yo ser de bendición para los demás. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.