viernes, 6 de abril de 2018

VENCEDORES

 

JUECES 15:16-18 Después dijo: "¡Con la quijada de un burro, los he apilado en montones! ¡Con la quijada de un burro, he matado a mil hombres!". Cuando acabó de jactarse, tiró la quijada; y a ese lugar se le llamó "Colina de la Quijada". Después Sansón tuvo mucha sed y clamó al Señor: "Has logrado esta gran victoria por medio de la fuerza de tu siervo, ¿y ahora tengo que morir de sed y caer en manos de estos paganos?". (N.T.V.)

 

♥ Preparados para obtener la victoria, pues en Cristo somos mas que vencedores.

Hoy es un día especial para ver grandes victorias y contemplar grandes cosas por parte de Dios, este no es un día para desperdiciarlo quejándonos y lamentándonos, este no es un día para verlo agonizar al atardecer sin que algo grande haya sucedido en nosotros y a través de nosotros, fuimos llamados para hacer historia, no para ser espectadores, para ser mas que vencedores (Romanos 8:37).

 

Sansón entendió de una manera muy particular la razón para la cual vino a este mundo, y vio grandes cosas y formo parte del escenario mundial de aquella época para impactar la sociedad en la cual vivió.  Sansón se enfrento a mil filisteos enemigos de Israel, enemigos de Dios y enemigos suyos; pero Sansón sabía que servía al único y verdadero Dios y entendía la razón de su existencia y por ello con fe extendió su mano, tomo la quijada de un asno y con ella mato a mil filisteos; mil problemas derrotados en un día, pero cuando termino la batalla tenia sed y no había agua a su alrededor; elimino mil problemas y ahora está en frente de un solo problema, una crisis personal que exige una pronta solución. 

♥ ¿Que hizo Sansón? Clamo al Señor y dijo: 

-   "¿Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo y moriré ahora yo de sed y caeré en manos de los incircuncisos?" (RV60)

Un hombre con una gran crisis personal, pero cuando clama a Dios dice: 

-   "Señor es cierto que tengo ahora un gran problema personal, no tengo agua y tengo sed, pero una cosa se, tengo sed porque acabo de librar una gran batalla y tú me has dado la victoria, pero no creo que me diste la victoria ante mil filisteos para ahora morir solo de sed y caer en manos de mis enemigos".

 

♥ ¿Qué podemos aprender de esto hoy? 

Si hoy enfrentamos una crisis personal recordemos que aquel que nos ha ayudado en otros problemas está dispuesto a volverlo hacer ahora, pero solo podemos llegar y clamar con seguridad en medio de la crisis si antes hemos sido obedientes y hemos librado las batallas anteriores confiando plenamente en Dios, que nos hace mas que vencedores. Cuantas veces escuchamos gente que dice: "Clamo y Dios no responde parece que me olvido"; pero la verdad es que solo clamamos cuando estamos en crisis personales, pero anteriormente hemos vivido nuestras vidas y no hemos eliminado los filisteos (enemigos) que rodean esa vida y a nuestra familia. Sansón fue fiel en este aspecto, lucho la batalla librando a Israel, no pensó primero en si mismo sino en su pueblo y ahora que está frente a su propio problema puede clamar con confianza y decir: "Tú me has dado la victoria y ahora, ¿moriré de sed?"

♥ ¿Y tú, puedes decir lo mismo?

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY PODRÉ VER LA VICTORIA DEL SEÑOR EN TODAS LAS ÁREAS DE MI VIDA, LIBRARE MIS BATALLAS Y LAS QUE SEAN NECESARIAS PARA MI ENTORNO Y SÉ QUE DIOS NO ME DEJARA MORIR DE SED, PUES EN ÉL SOY MAS QUE VENCEDOR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Sabaot, Dios de los Ejércitos (1 Samuel 1:11). Dios y Señor nuestro Señor, Tú eres el ser más poderoso y el más grande guerrero en el universo. Adonai, Rey de reyes y Señor de señores, eres el general de tus ejércitos en el cielo y en la tierra, el Supremo comandante en jefe; por eso vengo hoy a darte gracias, mi Señor Jesús, pues tu me has hecho mas que vencedor, pues me has dado la fortaleza necesaria para librar las batallas de mi vida y mi entorno, nunca me has abandonado ni dejado sin respuesta cuando clamo a ti, pues soy y seré un soldado celestial, un guerrero de tu ejercito, un siervo tuyo obediente que confía en Ti hasta el final. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por la fortaleza y poder que me das, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.


Juan Manuel Lamus O.