viernes, 19 de abril de 2019

VIERNES SANTO

 

"LA SOLEDAD SOPORTADA POR NOSOTROS"

 

MATEO 27:45-52

Al mediodía, la tierra se llenó de oscuridad hasta las tres de la tarde. A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte:

-      "Eli, Eli, ¿lema sabactani?", que significa "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".

Algunos que pasaban por allí entendieron mal y pensaron que estaba llamando al profeta Elías. Uno de ellos corrió y empapó una esponja en vino agrio, la puso sobre una caña de junco y la levantó para que pudiera beber. Pero los demás dijeron:

-      "¡Espera! A ver si Elías viene a salvarlo".

Entonces Jesús volvió a gritar y entregó su espíritu. En ese momento, la cortina del Santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, las rocas se partieron en dos, y las tumbas se abrieron. Los cuerpos de muchos hombres y mujeres justos que habían muerto resucitaron. Salieron del cementerio luego de la resurrección de Jesús, entraron en la Santa Ciudad de Jerusalén y se aparecieron a mucha gente. El oficial romano y los otros soldados que estaban en la Crucifixión quedaron aterrorizados por el terremoto y por todo lo que había sucedido. Dijeron:

-      "¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!". (NTV)

 

Hace veinte años tuve el privilegio de hacer el papel de Jesús en la película "El Evangelio de Mateo".

La experiencia cambió mi vida cuando llegué a entender al Señor de maneras que nunca había imaginado. Descubrí su gozo, su sufrimiento y su pasión.

También descubrí cuán extraordinariamente "solo", estuvo Jesús cuando anduvo en la Tierra.

 

Después de todo…

¿Quién podría entender a un hombre cuya manera de ser e ideas eran tan asombrosamente diferentes a las de cualquier otra persona?

Incluso sus amigos más cercanos nunca "lo entendieron", sino hasta después de que ascendió a su Padre.

 

¿Qué tan solo deja eso a un hombre? Especialmente en ese día del Gólgota.

 

Cuando filmamos las escenas de la Crucifixión, llegué al set después de un trabajo de maquillaje de tres horas; era tan auténtico, que ninguno de los miembros del equipo de filmación podía soportar mirarme. Recuerdo que pensé en el pasaje:

 

ISAÍAS 53:3

Fue despreciado y rechazado:  hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó. (NTV)

 

Y me di cuenta de que eso había sido muy real.

 

Después comenzó el rodaje y la crueldad era impresionante.

Estábamos simulando, pero la atrocidad era indescriptible. Recuerdo cuando estaba allí colgado y viendo los rostros a mi alrededor, simplemente mirando. Una niña de la aldea local donde estábamos filmando lloraba y lloraba. Todos habrían querido ayudarme de alguna manera, pero era algo que yo tenía que soportar solo.

 

Pensé cuando Jesús veía a su madre, a Juan y a otros.

Por mucho que lo amaran, no había manera de que ellos pudieran entender sus motivaciones ese día. Por mucho que habrían querido ayudarlo de alguna manera, era algo que Él tenía que hacer "solo".

Después llegó el momento de estar solo más allá de toda soledad.

 

"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". (Vs.46).

 

¡¡¡Para que nosotros pudiéramos Nacer de Nuevo!!!

 

(Actor Enrique Irazoqui – Protagonista de la película "El Evangelio de Mateo" en el papel de Jesús)

 

REFLEXIONEMOS:

Hoy es un día para despojarnos de todo lo que queremos y vivir como el Señor desea:

 

¡¡¡Agradecidos por Su Sacrificio!!!

 

Tenemos el privilegio de entenderle como nunca pudieron hacerlo quienes anduvieron a su lado.

Entonces nuestra respuesta no puede ser otra que postrarnos sobre nuestros rostros en profunda gratitud y exclamar:

 

¡¡¡Gloria a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.