jueves, 20 de agosto de 2020

COMPRENDE

 

HEBREOS 4:14-16 Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el Cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos. Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, Él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al Trono de la Gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. (NTV)

 

Nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos comprende, ya enfrentó todo por nosotros.

No tenemos un Salvador aislado en el Cielo que no tiene idea de qué es tener luchas humanas. No, nuestro Señor Jesús dejó detrás la Gloria del Cielo y añadió humanidad a su Deidad. Abandonó temporalmente el uso de algunos de sus atributos, poniéndolos en práctica solamente cuando el Padre lo dirigió a hacerlo.

 

Jesús entiende exactamente cómo nos sentimos, pues pasó por el mismo tipo de situaciones. Aunque los detalles de nuestras vidas no se comparan con los de la suya, las experiencias y los sentimientos son iguales.

Veamos varios ejemplos de cómo Él se identifica con nosotros:

1.     Mal entendido: La gente constantemente entendía mal sus afirmaciones de que era el Hijo de Dios.

2.    Rechazo: No fue apreciado por quienes vino a amar y dar su vida.

3.    Presiones: Las multitudes lo rodeaban implorando ayuda y exigiendo su atención.

4.   Agotamiento: Experimentó toda la debilidad de la condición humana.

5.   Soledad: En Getsemaní, cuando más necesitaba apoyo y compañía, sus amigos más cercanos se quedaron dormidos.

6.    Tentaciones: Satanás lo atacó con todo tipo de tentación imaginable.

7.    Odio: Los líderes religiosos lo aborrecían.

8.    Injusticia: Aunque Cristo vivió una vida intachable, murió como un criminal.

9.    Dolor: Sufrió el terrible dolor de la flagelación y la crucifixión.

 

Sea cual sea la situación por la que usted esté pasando ahora,

recuerde que Jesús sabe cómo se siente y que…

¡¡¡Él simpatiza con su dolor y su debilidad, Él Comprende!!!

 

Tal vez no le elimine la angustia ni cambie su situación, pero Él siempre le dará la gracia para que resista la tentación, soporte el sufrimiento y crezca espiritualmente.

 

CONFESIÓN DE FE:

DE LA MANO DE JESÚS, QUIEN SE IDENTIFICA CONMIGO, RESISTIRÉ LA TENTACIÓN Y SOPORTARÉ EL SUFRIMIENTO, DE MANERA QUE EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL SEA EVIDENTE EN MI VIDA, INTERIOR Y EXTERIORMENTE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Kjesed, Dios de Amor Fiel e Inagotable (Salmo 25:6). Mi amado Dios y Señor Jesús, eres Tú ese Ser lleno de amor, quien asumes obligaciones elegidas voluntariamente por los que en Ti creemos y en Ti confiamos, y yo soy uno que lo ha experimentado, pues cuántas veces he sentido tus manos levantándome cuando he estado caído, y sé, que habrás de levantarme cuantas veces sean necesarias, porque confías en mí y en que saldré siempre adelante, pues Tú eres el modelo a seguir y así Tú lo hiciste. Gracias Padre Santo, por el Amor-Hijo hecho carne, por el Espíritu que nos cuida, cubre, envuelve y alimenta con tu verdad a cada instante. Gracias, mi amado Señor Jesús por tu comprensión absoluta; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.