miércoles, 5 de enero de 2022

BENEFICIADOS AL ACEPTAR

 

LUCAS 1:46-55 Entonces dijo María:

"Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su Nombre! De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen. Hizo proezas con su brazo; desbarató las intrigas de los soberbios. De sus tronos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías. Acudió en ayuda de su siervo Israel y, cumpliendo su promesa a nuestros padres, mostró su misericordia a Abraham y a su descendencia para siempre". (NVI)

 

De como somos beneficiados al aceptar el destino de Dios para nuestra Vida; en el pasaje que estudiamos hoy encontramos cinco beneficios por hacerlo.

 

Lucas describe como María levanta un hermoso canto conocido como el "Canto de María", cuando ella acepta el destino de Dios para su vida de ser la escogida por el Padre para encarnar a nuestro Señor Jesús por obra del Espíritu Santo, y en este canto podemos hallar cinco razones para aceptar sin reparos el destino de Dios para nuestra vida, así es que debemos aceptarlo porque:

 

1.     Dios nos creó para Su propósito. (Vs.46,47)

María está diciendo, "No voy a hacer esto a la fuerza, no haré esto quejándome, no lo haré porque tengo que hacerlo. Lo haré con entusiasmo, con alegría, este es mi propósito y lo haré con regocijo". Cuando se trata de planear la vida, muchos cristianos actúan como incrédulos. Aceptan a Dios para su salvación, pero luego dicen, "puedo planear mi vida, tal y como yo quiera". ¿En serio? ¿Crees que Dios te puso aquí en la Tierra para que vivas para ti mismo? ¿Crees que Dios te puso en la Tierra sin un propósito? ¿Crees que Dios te puso en la Tierra para que desperdicies tu vida? No lo creo, no. Dios te hizo para Su propósito, y en quien mejor confiar tu destino que en el que te creó y te hizo.

2.    A nadie le interesa más que a Dios. (Vs.48a)

Dios es el único que siempre está pensando en ti, nunca te pierde de vista, has estado en su mente desde antes de la creación del mundo, estuviste en su mente cuando estaba clavado en la cruz, estás en su mente en este momento, Él siempre tiene su mirada fija en ti, nunca te olvida, nunca te desampara, siempre está contigo, a tu favor, vive en tu interior y siempre quiere lo mejor para tu vida.

3.    Es la llave para la bendición. (Vs.48B-50)

La llave para la bendición es seguir el destino que Dios tiene para tu vida. Dios nos bendice cuando hacemos las cosas para las que fuimos creados. María lo sabía, ella sabía que la llave para las bendiciones de Dios eran la fe y la obediencia.

4.   Dios honra la humildad. (Vs.52)

Se requiere humildad para decir, "Dios, voy a seguir tu plan, no el mío". Eso es humildad. El orgullo, la arrogancia, dicen, "me olvido de Dios, tengo mis planes, mis sueños, mis ambiciones". La Biblia dice que Dios resiste a los orgullosos y da gracia a los humildes.

5.    Dios cumple sus promesas. (Vs.54,55)

Dios había prometido muchos años antes que el Mesías habría de venir, prometió a Abraham que de su descendencia vendría el Mesías (Isaías 7:14). En la Biblia, Dios nos da más de 7000 promesas para nuestra vida, Él nunca ha fallado a sus promesas, y las tenemos por escrito.

 

Al aceptar el Destino de Dios para nuestras vidas,

seremos beneficiados de manera poderosa y sobrenatural, pues…

¡¡¡Él nos creó con propósito y siempre cumple lo que promete a Sus hijos!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY CONVENCIDO QUE EL ACEPTAR EL DESTINO DE DIOS PARA MÍ, SOLO A TRAÍDO BENEFICIOS A MI VIDA, ASÍ QUE ME DEJARÉ ENSEÑAR, GUIAR, CUIDAR, CONSOLAR, INSTRUIR Y REDARGÜIR DE ÉL, SIN OPONER RESISTENCIA ALGUNA.

 

ORACIÓN:

Dios Trino, Elohim, Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo (Génesis 1:1). Mi amado Dios, Señor Jesús y Espíritu Santo, sé que tu destino para mi vida es perfecto y lo mejor que haya podido recibir, por eso hoy quiero darte gracias por tu misericordia y poder. Gracias por las promesas tan dulces y especiales que me has dado en tu Palabra, esa tu Gloriosa Palabra, que no llega sola a mi vida, pues ella trae para mí las verdades más hermosas de tu bondad, paz, descanso y tranquilidad. Ayúdame hoy a apreciar tu grandeza y tu bondad, sostenme con el poder de tu fuerza y guíame por el sendero de tu dirección. Que hoy no pierda de vista los beneficios de aceptar tu destino, el cual proyecta para mí el ambiente de paz y tranquilidad que tanto necesito. Gracias mi amado Señor Jesús; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri