lunes, 7 de diciembre de 2015

FÓRMULA

 

SANTIAGO 1:22-24 No solo escuchen la Palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Pues, si escuchas la Palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. (N.T.V.)

 

©  La fórmula para el crecimiento espiritual, ser hacedores de la Palabra.

Crecer en Cristo implica mucho más que simplemente asistir a la iglesia, saber orar, diezmar y escuchar una predicación. De hecho, muchos creyentes hacen esto, pero siguen estancados en su vida espiritual.

 

Hay dos elementos necesarios para llegar a ser más como Cristo:

©  La instrucción y la participación.

1. La Instrucción.

Aprender la verdad es vital para caminar con Dios. Nuestro Salvador lo demostró al dedicar tiempo a la enseñanza. El apóstol Pablo es otro ejemplo, al escribir sus cartas para instruir a los cristianos. ¿Cómo podemos adquirir conocimiento y sabiduría? Una de las maneras más efectivas es por medio de la lectura de la Palabra de Dios. La Biblia nos dice que así como los recién nacidos anhelan la leche de sus madres (1 Pedro 2:2), nosotros debemos también ansiar con vehemencia su Palabra para poder crecer.

2. La Participación.

Sin embargo, escuchar simplemente la verdad no significa que la hemos adquirido. Conozco a muchas personas a las que les encanta asistir a los estudios bíblicos, aunque no demuestran ningún cambio en sus vidas. Como enseña el pasaje que estudiamos hoy, tenemos que aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida. Así también, el verdadero crecimiento exige más que simplemente llenarse de información; requiere acción. Santiago 2:26 dice: "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta". (V.R.V.)

 

©  ¿Somos oidores negligentes que creemos equivocadamente estar creciendo?

©  ¿O estamos escuchando con atención y apoyándonos en la verdad?

Si en realidad estamos madurando, nuestra vida será más como la de Cristo, y nuestros deseos se alinearán más con los del corazón de Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

APLICARÉ CON DILIGENCIA LA FÓRMULA DEL VERDADERO CRECIMIENTO ESPIRITUAL, RECIBIRÉ CON ATENCIÓN Y CONVICCIÓN LA INSTRUCCIÓN, Y LA HARÉ PARTE DE MI VIDA PONIÉNDOLA EN ACCIÓN DIARIAMENTE.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Kurios, Soberano Rey y Señor (1 Timoteo 6:15). Mi amado Dios, Rey de reyes y Señor de señores eres Tú. Gracias quiero darte hoy por tu Palabra, pues por medio de la instrucción que de ella he recibido y la convicción que ha traído a mi vida para ponerla por obra, mi manera de pensar y actuar han sido transformadas, dando un giro de 180 grados, para convertirme en un hacedor de tu Palabra y por ende un verdadero seguidor tuyo, y esto sin contar los innumerables beneficios que ha traído a mi vida y la de mi entorno. Gracias Padre Celestial por tu amado hijo Jesucristo, el Verbo hecho carne en instrucción y modelo de participación. Amén.


Juan Manuel Lamus O.