martes, 13 de junio de 2017

EL VERDADERO

 

MATEO 25:19-21… 29,30 Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco mil monedas, trajo otras cinco mil monedas y dijo: "Señor, me entregaste cinco mil monedas; he aquí he ganado otras cinco mil". Su señor le dijo: "Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor" … Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Al siervo inútil échenlo en las tinieblas de afuera". Allí habrá llanto y crujir de dientes.(R.V.A.'15)


©  Del verdadero cielo. (Leer Mateo 25:14-30)

No estoy seguro de cómo comenzó este concepto erróneo sobre el cielo, pero puedo asegurarle que la Biblia no apoya la idea de que estaremos reposando en nubes y tocando arpas. Hemos sido dotados y preparados para cumplir el propósito de Dios en esta vida, acá en la tierra, y téngalo por seguro que Él tendrá todavía un propósito para nosotros en la vida venidera.

 

En el pasaje completo que les recomiendo para estudiar hoy, Jesús describe al Reino de los Cielos en el contexto de un hombre rico que da dinero a sus servidores para que lo inviertan. Los hombres que sirvieron fielmente a su amo son felicitados con entusiasmo, y reciben responsabilidades mayores. Cuando estemos en el "Tribunal de Cristo", nuestra mayor recompensa será escucharlo decir: "Hiciste bien, siervo bueno y fiel (Vs.23A-NVI). No me puedo imaginar unas palabras que pudieran agradarme más, que un elogio de mi Señor y Salvador Jesucristo a quien amo más que a todas las cosas.

También recibiremos nuestra nueva responsabilidad en el Reino Celestial del Señor. Esta es la parte de la recompensa que corresponde a las palabras: "Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más" (Vs.23B-NVI).

©  ¡No habrá nada de holgazanería para nosotros!

Tendremos un Cielo y una Tierra renovados para vivir en ellos y disfrutarlos (2 Pedro 3:13). En nuestros cuerpos perfeccionados, con un corazón y un alma en sintonía con el Señor, le serviremos a Él, y nos serviremos también unos a otros. Dios tiene un plan para cada creyente y por tanto nos ha capacitado a cada uno para ese propósito. No hay lugar para la pereza ahora, o para después de llegar a nuestro hogar eterno. Este mundo es nuestro ensayo para la vida que nos espera, y por eso debemos prepararnos como siervos buenos y fieles.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE NO HAY LUGAR PARA LA PEREZA ACÁ EN LA TIERRA, O PARA DESPUÉS DE LLEGAR A MI HOGAR ETERNO, ASÍ QUE APROVECHARÉ ESTE TIEMPO PARA HACER CON DENUEDO LA LABOR A LA CUAL EL SEÑOR ME HA LLAMADO Y ESTARÉ ASÍ PREPARADO PARA EL TRABAJO EN EL VERDADERO CIELO.

 

ORACIÓN:

Dios Nuestro Señor, Elah Shmaya Varah, Dios del Cielo y de la Tierra (Esdras 5:11). Mi amado Señor Todopoderoso, eres el que reina sobre todo el universo y sé que no hay nada ni nadie que no esté bajo tu poder y soberanía. Es por eso que hoy vengo a tu Presencia para ponerme a tus órdenes, para desarrollar con valentía y diligencia la labor a la cual me has llamado, quiero ser ese siervo bueno y fiel que el día de estar ante tu tribunal pueda, con la cara en alto, decir que cumplí tu voluntad para mi vida, solo ayúdame, instrúyeme, guíame y empodérame Señor, yo estoy dispuesto y disponible para hacer tu obra. De hecho, quiero darte gracias por escogerme para trabajar en tu Viña mi Amo y Señor Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.