miércoles, 24 de julio de 2019

PREPARADOS

 

ROMANOS 8:18,19 Yo reconozco que tenemos que sufrir ahora, pero esos sufrimientos no son nada comparados con toda la Gloria que vamos a recibir después. Toda la creación de Dios está esperando con impaciencia el momento en que Dios muestre al mundo quiénes son sus hijos. (PDT)

 

De cómo estar preparados y confiados en la Gloria venidera, es decir la grandeza que tendremos en el futuro de parte de nuestro Poderoso Dios.

 

Cuantas veces no he entendido que las cosas que parecen muy duras no se podrán comparar con la belleza venidera que ha de ser manifestada en nosotros y a través de nosotros. Debo aprender estas lecciones aún de pequeñas cosas en la naturaleza que Dios ha dejado para mostrarnos la hermosura de esta verdad. Por ejemplo:

Es una maravilla ver la mariposa, cuando siendo oruga sale de su capullo o crisálida, y ésta permanece tan completa como cuando contenía el insecto, y no se nota que se rompan las fibras entretejidas cuando sale la oruga. La gran desproporción que existe entre la anchura de la salida y la grosura del insecto aprisionado le hace a uno creer que la salida es imposible, la cual la mariposa siempre la realiza con gran trabajo y dificultad. Se supone que la presión a que el insecto se halla sometido al pasar por una abertura tan estrecha es una provisión de la naturaleza para forzar los jugos en las vasijas de las alas, las cuales en el período de salida de la crisálida están menos desarrollados que en otros insectos.

 

Cuando he observado con lástima a aquellos que luchan con el dolor, el sufrimiento y la calamidad, viene a mi memoria el cuadro de la mariposa. La visión del amor perfecto que busca la perfección de un objeto, no se acorta débilmente por el sufrimiento presente y pasajero. El amor de nuestro Padre Celestial es demasiado fuerte y verdadero para debilitarse. Porque el ama a sus hijos les permite a veces pasar por el capullo estrecho de las dificultades para que así participen de su santidad y sean preparados para la Gloria venidera. Mirando este glorioso porvenir, Él nos permite pasar por el camino estrecho, haciéndonos perfectos, por medio del sufrimiento, como lo fue Jesús.

 

¡¡¡Somos, como hijos de Dios, preparados para la obediencia

y llevados a Su Gloria por medio de situaciones estrechas!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY ESTOY CONFIADO EN DIOS Y PREPARADO PARA LA GLORIA VENIDERA, ACEPTANDO LOS MOMENTOS DIFÍCILES QUE DEBO ATRAVESAR PARA ENTENDER LAS COSAS QUE, DENTRO DE MÍ, AÚN NO ENTIENDO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Mi amado Dios y Señor Jesús, por Ti soy preparado; como la mariposa atraviesa la abertura estrecha de la crisálida cuando aun es oruga, hoy quiero estar dispuesto a atravesar esa abertura que estimulará la savia interna de mis alas, para luego contemplar tu Gloria venidera. Si yo entiendo que eres soberano, entonces comprenderé que las dificultades y sufrimientos de hoy, me llevarán a ver lo que antes no veía y a esperar lo que antes no esperaba. Mi vida es tuya y si te pertenece, entonces no está en un vacío, sino que forma parte de todo tu plan y propósito. Tengo por cierto que lo que en este tiempo pueda padecer, no es de compararse con la Gloria venidera que en mi ha de ser manifestada, por tu amor, propósito y bondad. Gracias Dios mío por prepararme de esta forma. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.