lunes, 28 de enero de 2019

ARRIESGANDO

 

MATEO 14:25-29 A la madrugada, Jesús llegó caminando sobre el agua. Cuando sus seguidores lo vieron caminando sobre el agua, se asustaron mucho y gritaban de miedo: ¡Es un fantasma! Pero Jesús inmediatamente les dijo:

-      ¡Tranquilos, soy yo! No tengan miedo. Pedro le contestó:

-      Señor, si eres tú, haz que yo vaya hacia ti caminando sobre el agua. Jesús le dijo:

-      ¡Ven!

Pedro salió de la barca, caminó sobre el agua y fue hacia donde estaba Jesús. (PDT)

 

¿Te estas arriesgando?

Dos entrenadores de Béisbol se compadecían mutuamente por la dificultad de reclutar jugadores de calidad para sus equipos. Un entrenador dijo: ¡Si solo pudiera encontrar a un hombre que jugara cada posición a la perfección, le diera siempre a la pelota, nunca quedara fueran del juego y no hiciera un error en el campo!

El otro entrenador suspiró en acuerdo y añadió: Sí, ¡si apenas pudiéramos hacer que dejara su perro caliente y bajara de las gradas!

 

Jugar el juego de la vida al máximo, rompiendo limites, requiere enfrentar riesgos. Sin ellos, la vida tiene poca emoción y poco que pueda contarse como excitante o que satisfaga:

Reírse es arriesgarse a parecer tonto.

Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.

Extender la mano a otras personas es arriesgarse a involucrarse.

Exponer sentimientos es arriesgarse a mostrar su verdadero yo.

Amar es arriesgarse a no ser correspondido.

Vivir es arriesgarse a morir.

Tener esperanza es arriesgarse a desesperarse.

Intentar es arriesgarse a fracasar.

 

Sin embargo, la persona que no arriesga nada, no está obrando, nada tiene y al final se vuelve nada. No tengas temor a enfrentar riesgos.

¡Bájate de las gradas y juega a la pelota! ¡Rompe limites!

 

CONFESIÓN DE FE:

SERÉ ARRIESGADO COMO PEDRO, PUES SE QUE EL HOMBRE NO PUEDE DESCUBRIR NUEVOS OCÉANOS A MENOS QUE TENGA EL VALOR DE PERDER DE VISTA LA ORILLA, ESO ES ARRIESGARSE. ¡ROMPERÉ LIMITES!

 

ORACIÓN:

Dios Omnipotente, Jehová Nissi, El Señor es mi Bandera, es mi Milagro, (Éxodo 17:15). Mi amado rey y Señor Jesús, si necesitamos un milagro, Tú, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores, se que puedes hacer uno para nosotros, pues eres nuestra Bandera o Estandarte. En medio de las batallas de la vida te vemos alto y levantado, y estoy convencido que si mantenemos nuestros ojos en Ti y te seguimos, como buenos cristianos arriesgando lo necesario, rompiendo limites, seremos milagrosamente victoriosos, sin importar que las circunstancias nos indiquen lo contrario. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Dios Todopoderoso, porque con los ojos puestos en Ti y siendo arriesgado, sé que puedo salvar cualquier obstáculo de la vida; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.