viernes, 5 de agosto de 2016

RECOMPENSADOS

 

1 CORINTIOS 3:10-15 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, como perito arquitecto he puesto el fundamento, y otro está edificando encima. Pero cada uno mire cómo edifica encima, porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno u hojarasca, la obra de cada uno será evidente, pues el día la dejará manifiesta. Porque por el fuego será revelada; y a la obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará.  Si permanece la obra que alguien ha edificado sobre el fundamento, él recibirá recompensa. Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero apenas, como por fuego. (R.V.A.'15)


©  Todo cristiano será recompensado en el juicio. (Leer 1 Corintios 3 Todo)

La Palabra es muy clara en cuanto al hecho de que a los creyentes que le creen a Dios, guardan su Palabra y traen gloria a su Nombre, les aguardan recompensas maravillosas. En el Salmo 19:11 David escribió que hay una gran recompensa por guardar los preceptos del Señor. Además, la promesa de los regalos celestiales viene directamente de la boca del Señor Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 5:12).

 

Lea una vez más el capítulo que estudiamos hoy, y observe la afirmación de Pablo de que tanto él como Apolo recibirán recompensas por su servicio a los corintios (Vs.8). Dios no ofrece ni reserva sus tesoros sólo para aquellos que trabajan para la iglesia. Todos somos ministros del evangelio, cuyas buenas obras acumulan tesoros en el cielo. Dios ve nuestras decisiones y acciones guiadas por el Espíritu Santo, como dignas de recompensa. Es posible que usted no se sienta importante en este mundo tan grande, pero cada acción y cada palabra suyas le importan a Dios.

©  Lo que Él valora es el creyente que se rinde a la dirección del Espíritu Santo.

 

La motivación detrás de nuestras acciones también es importante; a veces se hacen buenas obras por las razones equivocadas. Cuando una persona busca el aplauso de los hombres, sus elogios es su única recompensa. Aunque puedan sentirse bien por un tiempo, la adulación no es eterna.

 

CONFESIÓN DE FE:

SOSPECHO QUE TODOS DERRAMAREMOS LÁGRIMAS POR LAS BUENAS ACCIONES QUE NO HICIMOS, O POR EL TRABAJO QUE HICIMOS PARA LA GLORIA PERSONAL. NOS DAREMOS CUENTA DE CUÁNTO MÁS PUDIMOS HABER HECHO PARA EL SEÑOR. PERO LUEGO ÉL SECARÁ NUESTRAS LÁGRIMAS Y NOS DARÁ NUESTRA RECOMPENSA ETERNA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Kjesed, Dios de Amor Fiel e Inagotable (Salmo 25:6). Dios mío, hoy quiero darte gracias por la predisposición incondicional y altamente favorable que tienes hacia nosotros tus hijos. Ese amor, misericordia, bondad, lealtad, fidelidad que derramas sobre todos, un amor que asume obligaciones elegidas voluntariamente. Es por eso que confió en ser recompensado, pero también sé que toda la gloria, el honor y loor son tuyos, por más esforzado y valiente que yo haya sido para mantenerme en tus preceptos y llevando a cabo las obras que Tú has realizado de antemano para que nosotros andemos en ellas. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.