lunes, 7 de marzo de 2022

¡DERROTANDOLOS!

 

1 SAMUEL 17:44-47 ¡Ven aquí, y les daré tu carne a las aves y a los animales salvajes! gritó Goliat. David le respondió al filisteo:

-       Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado. Hoy el Señor te conquistará, y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Y luego daré los cadáveres de tus hombres a las aves y a los animales salvajes, ¡y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel! Todos los que están aquí reunidos sabrán que el Señor rescata a su pueblo, pero no con espada ni con lanza. ¡Esta es la batalla del Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos! (NTV)

 

Para derrotar a los gigantes. (Leer 1 Samuel 17:41-54)

Los "Goliat" de la vida se presentan en todas las formas, tamaños e intensidades, tales como una relación infeliz, un hijo rebelde, un trabajo difícil, un montón de deudas o un hábito incontrolable. Pero si nos valemos del poder de Dios, entonces, como David, podemos al final tener la victoria sobre un problema que parezca insuperable.

 

En el pasaje que estudiamos hoy podemos notar que David declaró la victoria sobre Goliat antes de que comenzara la batalla (Vs.46), y debemos reconocer tres aspectos claves de los que vino su confianza:

 

1.     Recordar momentos del pasado. David recordó esos momentos en los que el Señor lo protegió y fortaleció, como cuando un león o un oso amenazaron a su rebaño (1 Samuel 17:37). Al enfrentarse al temible gigante, David recordó sabiamente lo fiel que siempre había sido Dios.

2.    Sus fuertes convicciones en cuanto al Señor. Estas convicciones lo llevaron a descubrir de lo que era capaz de hacer. David sabía que tenía pleno acceso a la provisión de poder, valentía y sabiduría de su Padre celestial.

3.    Los hábitos que reforzaban su fe. David había pasado horas a solas en el desierto, escuchando la voz de Dios. Por eso sabía discernir lo que el Señor le decía que hiciera.

 

Le animo a que trate de seguir el ejemplo de David:

 

¡¡¡Lleve un registro de la obra del Señor en su vida y medite en Quien es Él!!!

Entonces, usted podrá estar seguro de que Dios es capaz de darle la victoria,

sin importar cuán gigante sea el problema que enfrente

 

CONFESIÓN DE FE:

SOY TOTALMENTE CONSCIENTE DEL PODER DE MI DIOS, POR LO TANTO NO TEMERÉ A NINGÚN GIGANTE, SE ADVERSIDAD O PROBLEMA, QUE SE ME PRESENTE EN LA VIDA, PUES SI MI SEÑOR ME HA PROTEGIDO Y AYUDADO A DERROTARLOS EN EL PASADO, AHORA Y EN EL FUTURO, ESTOY SEGURO QUE TAMBIÉN LO HARÁ.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, Elohim Tzur, Dios y Señor mío, la Roca de mi Salvación, (2 Samuel 22:47). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Tú eres la Roca fuerte, sólida, confiable, duradera, útil como arma o para la defensa. Tú, El Todopoderoso, eres nuestra defensa eterna de la cual podemos depender puesto que eres fuerte y confiable. Por todo esto y más, quiero darte gracias hoy mi Señor Jesucristo, pues en la cruz del Calvario Tú derrotaste a todos los gigantes que se nos puedan enfrentar, y fueron derrotados de una vez por todas; entonces solo te pido hoy, ayúdame a mantener esta convicción bien arraigada en mi corazón para que yo tenga la convicción y la fortaleza para enfrentarlos como un creyente victorioso que soy en Ti. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo, la Roca de mi Salvación, por hacerme más que vencedor; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri