lunes, 30 de mayo de 2016

¿EN VERDAD ME AMAS?


©  Un día, temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del Sol.

©  ¡OH, la belleza de la Creación de Dios queda más allá de la descripción!

 

Mientras observaba, alababa a Dios por su bella obra. Mientras estaba sentado ahí, sentí la presencia del Señor conmigo. Entonces, Él me preguntó:

-  ¿Me amas? Yo contesté,

-  ¡Por supuesto, Dios! ¡Tú eres mi Señor y Salvador!

Entonces me preguntó,

-  Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿aún me amarías?

Me quedé perplejo, baje la mirada, me quede unos minutos en silencio, y contesté,

-  Sería difícil, Señor, pero aún así te amaría. Entonces el Señor dijo,

-  Si estuvieras ciego, ¿amarías aún mi creación?


©  ¡Cómo podría amar algo, sin poder verlo!

Entonces pensé en las personas ciegas que aún aman a Dios y a su Creación. Así que contesté,

-  Es difícil pensarlo, pero aún te amaría. El Señor entonces me preguntó,

-  Si fueses sordo, ¿oirías mi Palabra?


©  ¿Cómo podría oír algo siendo sordo?

Entonces comprendí, escuchar la Palabra de Dios no es solamente usar nuestros oídos, sino nuestros corazones. Contesté,

-  Sería difícil, pero aún oiría tu Palabra. El Señor entonces preguntó,

-  Si estuvieses mudo, ¿alabarías aún mi Nombre?

 

©  ¡Pero cómo puedo alabar sin voz!

Entonces pensé que Dios desea que le cantemos desde nuestro corazón. Entonces contesté,

-  Aunque no pudiera cantarte físicamente, alabaría aún tu Nombre. Y el Señor preguntó,

-  ¿En realidad me amas?"

Con valor y profunda convicción, le contesté,

-  ¡Sí Señor! ¡Te amo porque Tú eres el Dios único y verdadero!

 

Pensé que había contestado correctamente, pero Dios preguntó,

-  ¿Entonces por qué pecas? Contesté,

-  ¡Porque soy sólo un ser humano y no soy perfecto!

-  Entonces, ¿por qué en tiempos de paz te descarrías tan lejos de mí?

-  ¿Por qué solo en tiempos de angustia oras sinceramente?

 

No hubo respuestas. Sólo lágrimas. El Señor continuó,

©  ¿Por qué solamente cantas en la iglesia?

©  ¿Por qué me buscas sólo en tiempos de necesidad?

©  ¿Por qué pides cosas tan egoístas?

©  ¿Por qué pides sin tener fe?"

Las lágrimas, continuaron rodando sobre mis mejillas.

©  ¿Por qué te avergüenzas de mí?

©  ¿Por qué no estás esparciendo las buenas nuevas?

©  ¿Por qué en tiempos difíciles, lloras con otros cuando te ofrezco mi hombro para que lo hagas?

©  ¿Por qué pones pretextos cuando te doy la oportunidad de servir en Mi Nombre?

 

Intenté contestar, pero no hubo respuesta que dar.

©  Eres bendecido con la vida. No te hice para que desperdiciaras este regalo. Te he bendecido con talentos para servirme, pero continúas dándome la espalda. Te he revelado mi Palabra, pero no obtienes el conocimiento de ella.

©  Te he hablado pero tus oídos estaban cerrados. Te he mostrado mis bendiciones, pero tus ojos nunca las vieron. Te he mandado mis siervos, pero permaneciste sentado inmóvil mientras ellos eran rechazados. He oído tus oraciones y las he contestado todas.

©  ¿En verdad me amas?

No podía contestar. ¿Cómo podría hacerlo? Estaba increíblemente apenado. No tuve excusa. ¿Qué podía decir?

 

Cuando mi corazón hubo llorado y las lágrimas habían fluido, dije:

-  ¡Por favor perdóname Señor! ¡Soy indigno de ser tu hijo! El Señor contestó,

©  Esa es mi Gracia, Hijo mío.


-  ¿Entonces por qué continúas perdonándome? ¿Por qué me amas tanto?"

El Señor contestó:

©  Porque tú eres mi creación. Tú eres mi hijo.

©  Nunca te abandonaré.

©  Cuando llores, tendré compasión y lloraré contigo.

©  Cuando estés gozoso, me alegraré contigo.

©  Cuando estés deprimido, te animaré.

©  Cuando caigas, te levantaré.

©  Cuando te sientas cansado, te llevaré sobre mis hombros.

©  Estaré contigo hasta el fin de los días, y te amaré por siempre."

 

Nunca antes había llorado como en ese momento.

¡Cómo pude haber sido tan frío! ¡Cómo pude lastimar a Dios con todo lo que hice! Le pregunté a Dios,

-  ¿Cuánto me amas?

©  El Señor me estrechó en sus brazos, y contemplé su Amor, su Gracia y su Misericordia.

 

JUAN 21:15-19

Después del desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro:

-      Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?

-      Sí, Señor, contestó Pedro, tú sabes que te quiero.

-      Entonces, alimenta a mis corderos, le dijo Jesús.  Jesús repitió la pregunta:

-      Simón, hijo de Juan, ¿me amas?

-      Sí, Señor, dijo Pedro, tú sabes que te quiero.

-      Entonces, cuida de mis ovejas, dijo Jesús. Le preguntó por tercera vez:

-      Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?

A Pedro le dolió que Jesús le dijera la tercera vez: "¿Me quieres?". Le contestó:

-      Señor, tú sabes todo. Tú sabes que yo te quiero. Jesús dijo:

-      Entonces, alimenta a mis ovejas. Te digo la verdad, cuando eras joven, podías hacer lo que querías; te vestías tú mismo e ibas adonde querías ir. Sin embargo, cuando seas viejo, extenderás los brazos, y otros te vestirán y te llevarán adonde no quieras ir.  

Jesús dijo eso para darle a conocer el tipo de muerte con la que Pedro glorificaría a Dios. Entonces Jesús le dijo: "Sígueme". (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.