viernes, 5 de abril de 2024

VIRTUD PRECIADA

 

2 PEDRO 1:3,4 (NTV) Mediante su Divino Poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia; y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la Naturaleza Divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.

 

La integridad es un bien preciado, la virtud de ser personas de una sola pieza, que genera confianza y que las lleva al éxito en todas las áreas de sus vidas.

 

¡¡¡La virtud es esencialmente elegir hacer lo correcto,

independientemente de las presiones y situaciones difíciles,

lo que podríamos llamar realmente integridad,

la cual es a la vez un bien muy preciado!!!

 

Ser íntegro es un estado de ser completo e indiviso. Cuando hablamos de la integridad podemos observar una cualidad inconfundible "completo e indiviso". Por ejemplo:

☝🏼 ¡Cuánto se aprecia tener empleados o compañeros de equipo íntegros! Sabemos que no tendrán mancha, ni nada les ha de marcar como personas poco confiables, sino todo lo contrario, serán personas virtuosas que busquen la excelencia.

El concepto significa que la totalidad de la cosa está funcionando bien, no está dividida ni viciada, está integrada e intacta. Cuando hablamos de integridad, nos referimos a ser una persona virtuosa, completa, integrada, con todas las partes de nuestro ser trabajando bien y cumpliendo las funciones que se les solicitó que desempeñarán según su diseño. Por eso es que descubrimos que hay algo más que ser exitoso en el cumplimiento de las metas y en las relaciones personales, que ser competente y capaz de construir alianzas y redes. Tan solo piense cómo sería si pudiera estar unificado con todas sus capacidades y potencial. Esto es "Integridad", estar unificado con todas sus capacidades y potencial, en una relación que ayuda a construir y añadir a otros. Como dijimos al principio, es completo, no tiene fisuras, es virtuoso.

 

Una de las palabras que se aproxima bastante a integridad en su significado es el término hebreo que se traduce por virtud, si buscamos sus orígenes y significados, uno de ellos es fuerza. Alguien virtuoso es una fuerza, y una fuerza siempre deja un resultado, cuando el viento sopla sobre el agua o a través de los árboles, se puede ver el resultado de su fuerza. Del mismo modo, cuando se avanza por la vida, por una empresa, por su carrera de estudios, si es que aún se encuentra capacitándose, y por sus relaciones, su carácter será una fuerza. Como ya vimos, cuando se discute acerca de la integridad, se habla de virtudes como la honestidad y la ética, que son aspectos de su fundamento, ya que sin estas no podría haber nada. Es parte de la construcción de esa confianza indivisible que trae aparejada la integridad.

 

Pensar en la integridad, es pensar en virtudes que hacen a una persona indivisible, de una sola pieza… ¿Lo es usted?

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ SER ANTE DIOS Y ANTE LOS HOMBRES UNA PERSONA DE UNA SOLA PIEZA POR ENDE DE CREDIBILIDAD; SERÉ VERAZ Y AJUSTANDO MIS IDEAS A LA VERDAD SÉ QUE GANARÉ CONFIANZA EN MI ENTORNO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo y Puro (Josué 24:19). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, yo sé que Tú eres único, especial, singular, que no hay nadie ni nada como Tú, ni nunca lo habrá, pues eres distinto de todos y de todo, eres puro y libre de cualquier error, por lo cual eres modelo de vida de honradez e integridad. Gracias Dios mío pues Tú me has enseñado de honradez, integridad y sinceridad, tu ejemplo y modelaje han sido para mí un camino seguro a seguir, por lo cual mis huellas en esta vida son las tuyas y mi comportamiento y costumbres han sido renovadas por tu Palabra y tu señorío, pues yo he decidido por convicción ser una persona indivisible para vivir tus principios y ser virtuoso. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri