lunes, 8 de abril de 2019

HOGAR ESPIRITUAL

 

HECHOS 2:17-21 "En los últimos días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu sobre mis siervos, hombres y mujeres por igual, y profetizarán. Y haré maravillas arriba en los cielos y señales abajo en la tierra: sangre, fuego y nubes de humo. El sol se oscurecerá, y la luna se pondrá roja como la sangre antes de que llegue el grande y glorioso día del Señor. Pero todo el que invoque el Nombre del Señor será salvo". (NTV)

 

Cultivando en el hogar una vida espiritual, centrada en Cristo, por el bien de nuestros hijos y toda la familia. Aquellos que tenemos hijos, al ver lo que pasa en nuestro mundo sentimos una especie de temor por lo que ellos deberán enfrentar en el futuro.

 

Cada día son más las noticias de violencia, perversión, drogadicción, el aumento del pecado entre los adolescentes y jóvenes. Pareciera como que fuera "normal" que ellos terminen hundidos en el pecado y la inmundicia. Como padres debemos estar sanamente preocupados y trabajar para evitar que nuestros hijos estén en la lista de aquellos que se han descarriado. La mejor manera que tenemos, como seguidores de Cristo, es cultivar en el hogar una vida espiritual centrada en Él.

 

Una cosa es tener una religión de "domingos en la mañana" y otra muy diferente es vivir cada día en el hogar una verdadera relación con Dios. Nuestros hijos absorben lo que perciben en el hogar. Allí es donde ellos aprenden sus patrones de vida, reacciones, etc. La carrera desenfrenada en busca de progreso económico ha hecho que miles y miles de familias se resquebrajen, pues los padres están todo el día trabajando y descuidan la crianza de sus hijos. Muchos padres han perdido el control sobre sus hijos, se les han salido de las manos. Mientras ellos trabajan no saben lo que ellos están haciendo. El pasaje que estudiamos hoy nos dice que el derramamiento del Espíritu Santo hará que nuestros hijos estén sumergidos en las cosas espirituales de Dios, las cuales edificarán sus vidas para bien. Involucrar a nuestros hijos en la vida espiritual y las actividades de una congregación cristiana específica es una buena manera de meterlos donde hay un clima sano espiritual. En una discoteca, en la calle o con amigos no cristianos nada bueno podrán aprender o vivir.

 

¿Está usted como padre y/o cabeza de familia cuidando diligentemente a sus hijos para que ellos tengan un buen clima espiritual en su casa?

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY ME COMPROMETO A QUE MIS HIJOS VIVAN RODEADOS EN EL HOGAR CON UN CLIMA LLENO DE LA PRESENCIA DE DIOS, CULTIVARÉ SU ENTORNO ESPIRITUAL CON RESPONSABILIDAD Y DILIGENCIA DIARIA Y CONSISTENTEMENTE.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, Abba, Padre Celestial (Romanos 8:15,16). Mi amado Dios y Señor hoy quiero darte gracias, Padre Amoroso, pues tu nos has adoptado, tu Espíritu se ha unido al nuestro para confirmarnos como verdaderos hijos tuyos. Es por eso por lo que no sólo te encomiendo hoy mis hijos Señor, sino principalmente me encomiendo a ti como Padre/Madre para que pueda caminar en fidelidad hacia Ti y llenar mi hogar de tu gloriosa Presencia, al ser leal a tu iglesia, mi Señor Jesucristo; de manera que mis hijos vivan de acuerdo con tus principios y valores. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu Presencia permanente en mi familia; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.