miércoles, 23 de febrero de 2022

¡UN SOLO DÍA!

 

2 CORINTIOS 6:1,2 Nosotros trabajamos junto con Dios y por eso les rogamos que no desaprovechen el generoso amor que recibieron de Él. Porque Dios dice:

-      "Te escuché en el momento preciso y te ayudé cuando llegó el día de salvación".

¡Escuchen! Este es el momento preciso. Hoy es el día de salvación. (PDT)

 

De la buena y conveniente decisión de vivir un solo día a la vez.

Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar, dos días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad:

 

1.     Uno de esos días es "Ayer".

Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus faltas y confusiones, sus dolores, tristezas y deudas pendientes.

Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; y ni el dinero del mundo lo podría cambiar ni una cosa que hayamos hecho, ni siquiera podemos borrar una palabra.

¡Ayer ya pasó!

 

2.    El otro día sobre el que no debemos preocuparnos es "Mañana".

🤷🏻 Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus pequeños logros.

🤷🏻 Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una máscara de nubes, pero subirá.

🤷🏻 Hasta que llegue no tenemos parte en mañana.

🤷🏻 ¡Mañana aún no ha nacido!

 

Y solo queda un día: "HOY".

Cualquiera puede pelear la batalla de un solo día. Cuando nos cargamos con esos preocupantes "Ayer" y "Mañana", entonces nos derrumbamos.

 

¡¡¡No es la experiencia de hoy la que vuelve locos a los hombres, sino

la amarga culpa de algo que sucedió ayer y el miedo de lo que traerá el mañana!!!

 

Vivamos pues, tan sólo un día a la vez, para ser inmensamente felices; además, con la experiencia y la felicidad del hoy, construiremos, edificaremos, ganaremos y viviremos la felicidad del mañana.

 

CONFESIÓN DE FE;

ESTE ES EL DÍA ACEPTABLE Y EL HOY ES EL RETO MÁS GRANDE QUE TENGO FRENTE A MI. ENTONCES NO LO PERDERÉ, POR EL CONTRARIO, LO VIVIRÉ Y LO GANARÉ, ENTONCES EDIFICARÉ.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, El Shaddai, eres Dios Todopoderoso y Suficiente (Génesis 17:1). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, hoy sé que Tú como una madre que amamanta, nutres y satisfaces completamente a tus hijos, los que en Ti creemos y en Ti confiamos, y tomas cuidado de todas nuestras necesidades. También sé que en Ti está el saber los tiempos y las sazones, y por eso yo me someto a tu buena, perfecta y agradable voluntad en la cual, estoy seguro, encontraré paz, felicidad, perfección, madurez y bienestar. Gracias quiero darte hoy pues Tú has hecho de mi pasado un ayer que ya paso, sirvió para aprender, pero sobre el cual ya no debo pensar; y un mañana lleno de bendiciones y cosas maravillosas de parte tuya, y asegurado en tu presencia me libraré de la angustia de lo que él traiga. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu compañía y protección de hoy, libre de miedo y ansiedad; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri