viernes, 17 de julio de 2015

 

LA CARNE VS. EL ESPÍRITU

 

GÁLATAS 6:7-10 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. 10 Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la familia de la fe. (V.R.V.)

 

©      Toda decisión tiene consecuencias.

Si tomamos decisiones sabias y agradables a Dios, podemos esperar que el Señor recompense nuestra fidelidad.  Pero si nuestras decisiones son precipitadas o pecaminosas, podemos anticipar consecuencias negativas.  En general el fruto, bueno o malo, no es evidente de inmediato, pero un día seremos recompensados por haber observado una vida recta o segaremos las consecuencias de nuestra rebeldía contra Dios.

 

Necesitamos entender que sólo uno de dos poderes podrá vivir dentro de nosotros:

1.   Uno es el poder de la cruz, el del Espíritu

2.   Otro es el poder del pecado, el de la carne.

Los dos son altamente exclusivos, el uno no tolerará jamás al otro, o domina el uno o domina el otro.

 

En relación a lo que veremos en otros, debemos mirar lo bueno en los otros y no quedar sorprendidos cuando encontremos lo malo en ellos y en relación a nuestra propia persona, necesitó rechazar lo malo y dejar lo bueno que ya el Espíritu de Dios ha estado haciendo en mi. La Biblia dice que "los que pertenecen a Cristo", y esto está hablando de propiedad, porque precisamente ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, somos propiedad de Dios, Jesús nos compró con su sangre preciosa, "ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador". Es algo que ya sucedió, hoy lo que necesitamos es realizar tal obra en el diario vivir, para poder decir como Pablo, "Ya no vivo yo, más vive Cristo en mi". Ya han crucificado la naturaleza humana con sus pasiones y malos deseos. Esos deseos y esas pasiones ya están bajo control y no debemos ya ponernos bajo el control de ellas. Ahora vivimos por el Espíritu y por lo tanto debemos dejarnos guiar por el Espíritu y no por los deseos y las pasiones.

©      ¿Cuál es mi papel y mi responsabilidad entonces hoy?

 

CONFESIÓN DE FE:

MI PAPEL Y MI RESPONSABILIDAD ES DESOJARME DE TODOS LOS MALOS DESEOS Y MIS PASIONES Y COMPRENDER QUE ELLAS YA NO TIENEN DOMINIO SOBRE MÍ, PORQUE AHORA QUIEN TIENE DOMINIO SOBRE MI ES EL ESPÍRITU SANTO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Deot, Dios del Conocimiento (1 Samuel 2:3). Soy consciente de que Tú, el Todopoderoso conoces todo y eres la fuente de todo conocimiento, es decir que cualquier conocimiento que el hombre tenga, proviene de Ti; por eso hoy quiero caminar con el entendimiento bien iluminado de lo que es el poder del Espíritu en mi vida para que el poder de la carne no opere en mi corazón. En la cruz fue llevado no solo mi pecado, sino también crucificada mi naturaleza humana, con todos sus deseos y pasiones pecaminosas. Hoy clamo a Ti, porque quiero entenderlo en mi corazón, ayúdame Espíritu Santo de Dios a dominar mi carne y vivir lleno de tu maravillosa presencia. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.