miércoles, 14 de octubre de 2020

ATAQUES

 

EFESIOS 6:10-1 Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en Su gran poder. Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes. Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios. Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados. Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo. Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios. (NTV)

 

De cómo resistir o enfrentar los ataques satánicos.

Todo creyente enfrenta ataques satánicos. Por ejemplo, tómese un momento para recordar una situación particularmente tentadora como un ataque del enemigo, que implicaba algo que desagradaría a Dios.

¿Se dio cuenta usted de que estaba involucrado en un ataque satánico?

 

El diablo es real. La Biblia dice que él encabeza un ejército de ángeles caídos, y que es tan soberbio como para pensar que puede vencer a Dios (Isaías 14:12-15). Por definición, un ataque satánico es un asalto intencional a una persona, con el propósito de causarle un daño espiritual, físico, material o emocional. Satanás quiere frustrar el propósito del Señor en la vida de los creyentes para robarles el gozo y la paz, y finalmente negarle a Dios la adoración que Él merece de parte de ellos.

 

Como en cualquier guerra, conocer el plan del enemigo nos ayuda a prepararnos para el ataque:

1.     Estemos conscientes de que el campo de batalla está en nuestra mente.

Para andar de una manera obediente con Cristo, primero tenemos que estar seguros de que nuestros pensamientos están sometidos a su Espíritu. Esto significa la entrega diaria, y dedicar tiempo a la Palabra de Dios.

2.    Satanás nos tienta en momentos de vulnerabilidad.

Tenga cuidado cuando tenga hambre, esté enojado, frustrado, solo, triste, o cansado.

3.    El diablo es un engañador.

No reconoceremos la trampa como una treta maligna, pues nos parecerá buena, agradable a la carne, a la vista, y probablemente lucharemos con la duda.

 

¡¡¡Como seguidores de Jesucristo, debemos andar íntimamente con Él,

pues Satanás desea atacarnos con acciones destructivas que nos roban

el plan de Dios de darnos una vida plena y abundante!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

ME MANTENDRÉ CONECTADO CON CRISTO, LEYENDO LA BIBLIA, ORANDO Y TENIENDO COMUNIÓN CON OTROS CREYENTES. ESTAS SON LAS ARMAS QUE UTILIZARÉ CONTRA EL DIABLO EN LA BATALLA DIARIA DE LA FE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Sali, mi Roca Fuerte y mi Refugio (Salmo 62:7). Mi amado Señor Jesús, Dios Todopoderoso, sé que Tú eres mi defensor, mi refugio, mi protección de todo ataque del enemigo. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo porque en Ti está la promesa de que todos nuestros enemigos serán vencidos, que ningún arma forjada contra los que en Ti creemos y confiamos prosperará; y hoy yo me apropio de esas promesas, pero además utilizaré las armas espirituales que me has dado para enfrentar cualquier ataque del enemigo, principalmente manteniendo esa relación estrecha contigo Señor Jesús, mi Roca Fuerte, mi Refugio y mi Salvador; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri