jueves, 27 de diciembre de 2018

AGRADECIDOS

 

FILIPENSES 4:4-7 ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Que todo el mundo se dé cuenta de que ustedes son buenos y amables. El Señor viene pronto. No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará Su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo. (TLA)

 

A propósito de estar terminando este año para comenzar el 2019:

¿Cuáles son los deseos de tu corazón?

¿Qué es lo que tanto has anhelado y aún no ha llegado?

¿La frustración, la desilusión y el desencanto tocaron tu corazón en este año?

¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando estas cosas no suceden?

Sin duda lo primero es un deseo interno de quejarnos, ver la vida como injusta con nosotros, a la gente como nuestros verdugos y a Dios como insensible, lejano y desinteresado. La vida no nos debe nada y si Dios nos pasara la cuenta de todas Sus misericordias tendríamos que retroceder, caer de rodillas, pedir perdón y decirle que hemos sido injustos con Él y con la vida.

 

Tenemos muchas razones para ser agradecidos con Dios en este 2018:

Todo lo bueno que tenemos necesita ser mirado como un regalo de Dios. Si no lo vemos así entonces lo vemos como un derecho, y cuando lo vemos como un derecho terminamos exigiendo, protestando y angustiándonos por nuestros derechos. Cuando todo lo vemos como un regalo, terminamos dando gracias a Dios por ellos. La "actitud" es lo que cuenta, necesitamos vivir con esa actitud de agradecimiento a Dios. La gratitud es un reconocimiento de que la vida no nos debe nada y todo lo hemos recibido como un regalo de parte de Dios.

 

Todo lo que tenemos es un verdadero regalo de Dios: La esposa es un regalo, los hijos, el ministerio, los amigos, los discípulos, la salud, la comida, las posesiones…

¡¡¡Todo lo que tenemos es un regalo de Dios!!!

Gratitud es el punto donde comenzamos a experimentar a Dios de una manera poderosa y maravillosa. No somos dueños de nada, somos sólo siervos a quién el Señor les ha prestado todo. Rescatemos nuestro corazón del pozo cenagoso de la desilusión, el desencanto y la queja, y más bien seamos agradecidos con Él. Seguro descubriremos que cuando vivimos agradecidos el horizonte se amplia y la noche se acorta. Comencemos en casa, diciendo cada día a cada miembro de la familia, "Muchas Gracias", por cada detalle, cada servicio y cada gesto. Recuerda que nadie te debe nada. Todo lo tienes como un regalo y un préstamo. Dios es Dios de Gracias, y Él te dice hoy:

"Gracias hijo mío, por dejarte amar y dejarme ser tu Padre este año".

 

CONFESIÓN DE FE:

¿POR QUÉ OLVIDARME DE TU BONDAD Y TU AMOR?, ELEVO ANTE TI ESTA CONFESIÓN CON FERVOR, Y ASÍ CON UN CORAZÓN ABIERTO DECIRTE MUCHAS GRACIAS MI SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO, Y GRACIAS A TODOS.

 

ORACIÓN:

Dios Todo Suficiente, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Jonás 4:2). Mi Señor Jesús, Dios Bueno y Amoroso, gracias porque Tu naturaleza está llena de Gracia para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos. Gracias quiero darte hoy por Tu amor tan especial, amor que cada día puedo palpar en las pequeñas y en las grandes demostraciones de Tu impresionante dar. Gracias Señor Jesús, recibo con gozo todas las muestras de Tu bondad y quiero no sólo disfrutarlas sino compartirlas con otros, pues no quiero contaminar sus vidas con lamentos y quejas, quiero llevarles la nota de agradecimiento que tanto han anhelado escuchar. Gracias Padre Celestial por darme la potestad de ser llamado hijo Tuyo; y gracias a todos aquellos que de una u otra forma me han bendecido en este año. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.