domingo, 15 de enero de 2023

👨‍👩‍👧‍👦 EL BUEN HUMOR Y LA ALEGRÍA EN LA FAMILIA 👨‍👩‍👧‍👦

 

¡¡¡Este también puede ser un verdadero año nuevo para la familia,

al transmitir una nueva actitud de buen humor y alegría

ante los problemas que se nos presenten!!!

 

PROVERBIOS 15:13

El corazón contento alegra el rostro;

el corazón quebrantado destruye el espíritu.

(NTV)

 

La alegría, el buen y el mal humor se contagian; son virales.

 

💔 Reflexione por un instante cuántas veces usted dañó quizá un buen momento en familia sólo porque no controló una actitud negativa.

💔 Tal vez le fue mal aquel día, llegó a casa mirando mal, riñó con su cónyuge y, ese comportamiento equivocado, terminó afectándolos a todos.

💔 Su pareja altercó con los hijos y hasta el perro de la casa terminó pagando las consecuencias.

 

☝🏼 Puede que el escenario haya sido otro pero, sin duda, ha comprobado que nuestras actitudes terminan ejerciendo una influencia positiva o negativa entre las personas que amamos en casa.

 

✍🏼 El experto en temas de familia, Stephen R. Covey, recomienda:

 

"Ser una persona alegre y sonriente, que está siempre contenta y llena de buenas historias y de buen humor, es el elemento que hace que las personas quieran estar con nosotros. Es también una clave para la productividad porque le transmite una manera positiva de responder, que sin duda será positivamente y de forma animadora ante las altas y las bajas de la vida cotidiana."

(Stephen R. Covey. "Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas")

 

📖 Cuando vamos a las Escrituras encontramos dos llamamientos que nos hace Dios a conservar la alegría, incluso por encima de las circunstancias que pueden lucir adversas:

1.     El rey Salomón escribió el versículo bíblico que estudiamos hoy, repasémoslo en otra versión: (Proverbios 15:13 PDT)

"Corazón contento, rostro alegre; corazón triste, ánimo decaído."

2.    Por su parte el apóstol Pablo instruyó a los cristianos del primer siglo y a nosotros hoy: (1 Tesalonicenses 5:16 NTV)

"Estad siempre alegres."

 

✍🏼 La especialista, Natalia López Moratalla, catedrática universitaria e investigadora española en las áreas de Bioquímica y Biología molecular, asegura que todas las experiencias humanas nos marcan.

 

"Podría decirse entonces que si nos esforzamos por tener pensamientos positivos ante los contratiempos y dificultades, nuestro cerebro memorizará esas conexiones positivas, haciendo que con el tiempo, y sin esforzarnos tanto, tendamos un poco más al optimismo y no veamos las cosas tan mal. De igual modo, merece la pena esforzarse por ser conscientes de todo lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. La risa significa alegría y felicidad universalmente y en todas las épocas. El sentido del humor es especialmente importante en la sociabilidad, porque la risa es convivencia. Las personas que nos hacen reír nos hacen felices, no tanto porque nos hacen pasar un buen rato, sino porque en el fondo, cuando nos reímos, aunque las cosas estén muy negras, todo se relativiza un poco y eso nos fortalece anímica y físicamente." (Agencia EFE - 2012).

 

☝🏼 El buen humor es ante todo una disposición que desarrollan las personas cuando reconocen la importancia de sacar el mejor provecho de la vida.

☝🏼 Nuestra existencia es relativamente corta y no podemos amargarla dando demasiada importancia incluso a trivialidades.

 

✍🏼 Covey, continua con el tema precisando que:

"Las personas que pueden reírse de sus errores, estupideces y asperezas pueden volver al camino correcto mucho más rápido que aquellos que, además de perfeccionistas, se ponen en el camino de la culpabilidad. El sentido del humor es con frecuencia una alternativa ante la sensación de culpabilidad, las expectativas perfeccionistas y una vida más relajada." (Stephen R. Covey. "Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas").

 

☝🏼 Entre los beneficios de desarrollar una actitud alegre, se cuentan: el hecho de que sube el estado de ánimo, fomenta el bienestar sicológico, acelera el ritmo cardíaco, oxigena el cerebro, se presentan 40% menos de problemas vasculares, se vive más y con más gusto, ejercita el cerebro, genera unidad y es contagioso

 

CONCLUSIÓN:

Si deseamos que nuestra relación familiar experimente cambios, es necesario que nosotros permitamos que Dios trate nuestra existencia.

Pero es muy importante transmitir alegría y detener la cadena de comportamientos errados que se ha transmitido por generaciones.

Y ser conscientes de que, probablemente esto explica una actitud amargada de parte de nosotros ante la vida y sus vicisitudes.

Es por todo esto que, a la relación familiar y a la vida en general, aun cuando surjan dificultades, hay que encontrarles el lado positivo y transmitirles esa actitud a nuestros hijos, y a todo nuestro entorno en general.

 

Reflexionemos:

Para el cambio, el aprendizaje y el crecimiento personal y espiritual de nuestro matrimonio y familia, continuemos el trabajo respondiendo con diligencia y sinceridad las siguientes preguntas:

¿Qué nos enseñan las Escrituras en Proverbios 15:13; 1 Tesalonicenses 5:16, en cuanto a asumir la vida con alegría y gozo?

¿Podría cada uno evaluarse como una persona de buen o mal humor?

¿Ha contagiado a su familia con su actitud de buen o mal humor?

¿Podría enumerar cuáles han sido las consecuencias?

Si reconoce en su vida el mal humor y la amargura, piense: ¿qué le ha impedido cambiar y que va a hacer para lograrlo?

 

VERDAD EN ACCIÓN:

Si desarrolla buen humor, contagiará a su cónyuge, y en línea directa, ese ambiente favorable afectará positivamente a sus hijos.

Entonces, pónganle humor a la vida y dejen que la alegría los inunde en medio de las circunstancias, buenas o malas, que puedan experimentar en este nuevo año.

 

¡¡¡Así es como funciona!!!

Tu matrimonio y tu familia son el tesoro más valioso que Dios te ha dado

¡¡¡CUÍDALOS!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri