viernes, 22 de julio de 2022

EL TIEMPO

 

EFESIOS 5:14-17 Por eso dice: "¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo!". Miren, pues, con cuidado, cómo se comportan; no como imprudentes sino como prudentes, redimiendo el tiempo porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos sino comprendan cuál es la voluntad del Señor. (RVA'15)

 

De la importancia de entender que nuestra vida es nuestro tiempo, pues el tiempo es lo único que verdaderamente nos pertenece, por lo cual debemos ser sabios en su administración.

 

Nuestras vidas se rigen por el tiempo, es por eso por lo que relojes y calendarios dictan nuestras actividades. Con el paso del tiempo nos preguntamos a dónde se nos fue el día. Cuando aumentan las responsabilidades y las presiones, nos quejamos: "¡No me alcanza el tiempo para hacerlo todo!" Pero la realidad es que Dios nos ha dado suficiente tiempo para hacer lo que Él ha previsto para nuestras vidas. Quizás el problema más grande es saber si estamos utilizando nuestro tiempo para hacer nuestra voluntad o la del Señor.

 

El tiempo es un regalo de Dios, y el Señor nos ha asignado una medida de este en el cual vivir y cumplir sus propósitos. Solo tenemos dos opciones:

1.     Gastarlo temporalmente en nuestros propios intereses, o

2.    Invertirlo para la eternidad.

 

Dado que el tiempo nunca puede ser recuperado o revertido, es esencial que aprovechemos al máximo todas las oportunidades que nos da el Señor.

La clave para invertir en la eternidad es obedecer el plan de Dios, y no es llenarnos de actividades. Jesús tuvo solo treinta y tres años de vida en la Tierra, pero solamente utilizó los últimos tres para realizar su ministerio mesiánico. Para nosotros, eso parece una pérdida de tiempo, pero Cristo hizo la voluntad del Padre. Fue por eso por lo que pudo decir en la cruz: "Consumado es". (Juan 19:30)

 

La Biblia asemeja la vida terrenal a "neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece" (Santiago 4:14), pero la vida eterna no tiene fin; entonces…

 

Es una tontería gastar nuestra vida sin un propósito,

cuando se pueden cosechar bendiciones eternas obedeciendo

y llevando a cabo la Voluntad de Dios, entonces…

¡¡¡Aprovechemos bien el Tiempo!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY CLARO QUE LO ÚNICO PROPIO QUE TENGO ES EL TIEMPO QUE ME HA DADO DIOS, Y QUE ES EL ÚNICO RECURSO VERDADERAMENTE NO RENOVABLE, POR ESO PROCURARÉ CON ESMERO ADMINISTRARLO BIEN, HACIENDO INVERSIÓN DE EL PRINCIPALMENTE PARA LA ETERNIDAD.

 

ORACIÓN:

Padre de la Gloria, El Olam, Dios Eterno (Génesis 21:33). Mi Señor y mi Dios Todopoderoso, Jesucristo, Tú eres el Dios de la eternidad, has hecho el tiempo, la eternidad y el universo, y no tienes ni principio ni fin. Gracias quiero darte hoy por el tiempo que me has regalado, pero quiero pedirte la instrucción, la guía y la dirección necesarias, que solo de Ti puedo recibir, para invertirlo bien, principalmente en tu Reino, sembrando para lo eterno y no para lo temporal en esta Tierra, de manera que el propósito por el cual me lo diste se cumpla y no que pase mi vida como la neblina, que hoy es y mañana no sé. Todo esto lo pido en el Poderoso Nombre de tu amado Hijo Jesucristo ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri