martes, 10 de noviembre de 2015

DESÁNIMO

 

JOB 3:24-26 No puedo comer a causa de mis suspiros; mis gemidos se derraman como el agua. Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba. No tengo paz ni tranquilidad; no tengo descanso; solo me vienen dificultades. (N.T.V.)

 

©  No caigamos en la trampa del desánimo, también depende de la actitud que tomemos ante la vida y las circunstancias.

 

©  ¿Se siente usted atrapado por el desánimo? Si es así, no es el único.

En algún momento, todos experimentamos algún tipo de desilusión y la frustración es la reacción inicial normal, pero si le permite que permanezca durante mucho tiempo, puede convertirse en desánimo. Cuando es así, no hay ninguna sensación de gozo o alegría, no importa lo que usted haga.

 

Las circunstancias que desencadenan estas emociones pueden ser inevitables, pero nuestra manera de responder la decidimos nosotros:

1.   Podemos dejar que la tristeza abrume nuestras almas, o enfrentar la situación con valentía y someterla a Aquel que puede ayudarnos.

2.   Vivir en el desánimo divide a la mente, haciendo difícil concentrarse en algo que no sea nuestro dolor. Entonces la ira se convierte en habitual, y buscamos a alguien a quien culpar, ya sea a Dios, a las personas a nuestro alrededor o a nosotros mismos.

3.   La frustración que no se maneja bien puede convertirse en depresión, lo que a su vez puede alejarnos de los demás, la gente no disfruta de la compañía de alguien amargado y derrotado. Este aislamiento conduce a baja autoestima.

4.   Por último, podemos tomar decisiones equivocadas basadas en nuestras emociones, en vez de la verdad. Obviamente, elegir esta actitud autodestructiva no es lo que Dios quiere para nuestras vidas.

 

Aunque todos enfrentaremos el desánimo, no debemos conformarnos en él. En vez de eso, Dios quiere que le confiemos todo, aun nuestras expectativas no satisfechas y las tristezas más profundas. Recuerde que hay un propósito divino en todo lo que Él permite que toque las vidas de sus hijos (Romanos 8:28).

 

CONFESIÓN DE FE:

NO PERMITIRÉ QUE LAS CIRCUNSTANCIAS O PRUEBAS QUE PUEDA PASAR EN LA VIDA ME LLEVEN AL DESANIMO, PUES SÉ QUE TENGO UN DIOS QUE ES INFINITAMENTE MÁS GRANDE Y PODEROSO QUE CUALQUIER PROBLEMA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová El Shaddai, Dios Todopoderoso. Mi Dios y mi Señor, gracias quiero darte hoy por el aliento de vida que me has impartido, pues me da el ánimo suficiente para soportar cualquier prueba por la que pueda pasar, y de esta manera no dejar que la frustración, la baja autoestima o el desánimo primen sobre el poder tuyo. Yo estoy convencido que estas por encima de mis emociones y que todo, absolutamente todo lo que me sucede esta dentro de tu voluntad, solo ayúdame a verlo con tus ojos, a colocar plenamente en Ti todas mis expectativas. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.