viernes, 12 de septiembre de 2014

NEGARSE

NEGARSE

 

MATEO 16:24-16 Entonces Jesús les dijo a sus seguidores:

-       Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da y seguirme. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, la encontrará.  De nada vale tener todo el mundo y perder la vida. Nadie puede pagar lo suficiente para recuperar su vida. (P.D.T.)

 

©      Renunciar a sí mismo o la muerte al yo personal, eso es negarse, y el comienzo de un discipulado dinámico.

Jesucristo fue obediente hasta la muerte (Filipenses 2:8). Aunque algunos cristianos hoy pueden ser llamados a dar su vida para la Gloria de Dios, la mayoría de nosotros no enfrentamos ese martirio. Sin embargo, la muerte que se nos pide no es menos real. Morimos al yo personal.

 

Los seres humanos queremos que las cosas se hagan a nuestra manera, en nuestro momento, y en nuestros términos. Pero Jesús dijo que cualquiera que quiera seguirlo debe negarse a sí mismo (Vs.24A-V.R.V.). Eso cubre, por supuesto, cuestiones obvias como los hábitos pecaminosos y los malos pensamientos. Pero también significa que a veces rechazamos cosas buenas porque llegan en el momento equivocado o no encajan en el plan de Dios.

 

Para un "no creyente", el compromiso de los cristianos de obedecer debe parecerle extraño, especialmente cuando las manos vacías escogen llevar una cruz (Vs.24B). A veces, seguir al Señor implica sufrimiento. Lo que los "no creyentes" no pueden ver ni experimentar, es la profunda satisfacción que tenemos los cristianos cuando hacemos lo correcto. Jesús dijo una vez: (Juan 4:34).

-       "Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra".

Lo que el alimento es para el cuerpo, lo es la obediencia para el alma y el espíritu. Trabajar para Dios nutre, vigoriza, fortalece e ilumina, dándonos más satisfacción que los placeres.

 

©      Aunque negarse a si mismo duele, obedecer a Dios produce gozo. Los creyentes que escogen la sumisión a Él entienden lo que quiero decir.

 

CONFESIÓN DE FE:

EL CONTENTAMIENTO SE ENCUENTRA EN LA CERCANÍA AL SEÑOR, SENTIR SU APROBACIÓN, Y ESPERAR ESCUCHAR: ¡HICISTE BIEN, SIERVO BUENO Y FIEL! POR ESO DECIDO RENUNCIAR A MÍ MISMO Y SEGUIRLO PARA SERVIRLE FIEL Y LEALMENTE, SIENDO UN VERDADERO DISCÍPULO DE JESUCRISTO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Echad, el Dios Único (Malaquías 2:10); el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6) eres Tú, el único camino al cielo, la única fuente de verdad y el fundamento de toda la vida. Es por eso que renunciar a mi vida para seguir la que Tú me modelas, la que Tú me indicas, me asegura un resultado favorable sin ninguna duda; y la obediencia que sugiere la sumisión a Ti, traerá gozo y bendiciones abundantes a mi vida y a la de mi entorno. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por marcarme el derrotero para seguirte sin condición y someterme con agrado y decisión a tus mandamientos, esa es la cruz que yo debo y decido tomar hoy. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.