jueves, 19 de noviembre de 2015

METAS ESPIRITUALES

 

FILIPENSES 3:7-11 Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a Él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo y llegar a ser uno con Él. Ya no me apoyo en mi propia justicia, por medio de obedecer la ley; más bien, llego a ser justo por medio de la fe en Cristo. Pues la forma en que Dios nos hace justos delante de Él se basa en la fe. Quiero conocer a Cristo y experimentar el gran poder que lo levantó de los muertos. ¡Quiero sufrir con Él y participar de su muerte, para poder experimentar, de una u otra manera, la resurrección de los muertos! (N.T.V.)

 

©  Fijarse metas espirituales: La clave del éxito.

©  ¿Cuáles serían las tres metas que fijaría usted para su vida si supiera que podría lograrlas?

©  ¿Alguna de ellas sería de naturaleza espiritual?

El apóstol Pablo fue uno de los personajes de la Biblia más orientados hacia el logro de metas, pero entendía qué objetivos eran los más importantes. Según el pasaje que estudiamos hoy, su mayor ambición era conocer a Cristo, el poder de su resurrección, y la participación de sus sufrimientos (Vs.10).

 

A todos nos haría bien adoptar estas metas, pero suenan tan amplias.

©  ¿Cómo podemos ponerlas en práctica?

Primero, es importante comprender que una meta es un propósito o dirección hacia lo que trabajamos. Este concepto es bastante fácil de entender cuando hablamos de objetivos específicos, como irse a la cama más temprano o perder diez kilos de peso, pero ¿qué pasos debería usted dar para lograr metas espirituales, como las de Pablo?

1.   El éxito requiere dar pasos específicos, razonables y medibles. Por ejemplo, si usted quiere conocer a Cristo más íntimamente, puede comprometerse a dedicar treinta minutos cada día para orar y leer su Palabra.

2. Después de desarrollar su plan y dar los pasos para lograrlo, ponga en acción su deseo. Si no da los pasos necesarios, eso simplemente seguirá siendo un deseo.

3. Nadie desarrolla intimidad con Cristo por medio de buenas intenciones; se requiere compromiso, diligencia y perseverancia.

 

Si usted siente que su fe está carente de vitalidad, es posible que se haya vuelto espiritualmente perezoso, nadie tiene en mente caer en la autocomplacencia.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY CONVENCIDO DE QUE, A MENOS QUE ME FIJE METAS ESPECÍFICAS Y ME ESFUERCE POR LOGRARLAS, IRÉ POR LA VIDA A LA DERIVA Y DESAPROVECHARÉ EL MAYOR DE LOS LOGROS, CONOCER  VERDADERAMENTE A CRISTO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes, el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6). Mi amado Dios y Señor, eres el único camino al cielo, la única fuente de verdad, y el fundamento de toda la vida. Es por eso que quiero conocerte cada día más y buscar tu Presencia con compromiso, diligencia y perseverancia, de manera que pueda establecer esa verdadera e intima relación contigo, que no solo me asegura bendiciones abundantes, sino que me augura una vida con propósito que logra metas y objetivos gracias a tu guía, dirección e instrucción certera, oportuna y eficaz. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu amor inagotable. Amén.


Juan Manuel Lamus O.