martes, 13 de marzo de 2018

COMPAÑEROS

 

HECHOS 20:1-6 Cuando se acabó el alboroto, Pablo mandó llamar a los creyentes y los alentó. Después se despidió y viajó a Macedonia. Mientras estuvo allí, animó a los creyentes en cada pueblo que atravesó. Luego descendió a Grecia, donde se quedó tres meses. Se preparaba para regresar en barco a Siria cuando descubrió que unos judíos tramaban una conspiración contra su vida; entonces decidió regresar por Macedonia. Varios hombres viajaban con él. Sus nombres eran Sópater, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; también Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia. Ellos se adelantaron y nos esperaron en Troas. Finalizada la Pascua, subimos a un barco en Filipos de Macedonia y, cinco días después, nos reencontramos con ellos en Troas, donde nos quedamos una semana. (NTV)

 

♥ De la importancia de los compañeros en el ministerio.

Nadie puede poner en duda que el apóstol Pablo desempeñó un papel fundamental en el establecimiento de la iglesia primitiva. Generalmente, pensamos en él como el hombre que llevó el evangelio a los confines del mundo conocido de esa época, pero Pablo nunca trabajó solo. A lo largo del libro de los Hechos y de las epístolas, tenemos vistazos de personas que acompañaron a Pablo en el ministerio.

 

En el pasaje que estudiamos hoy, encontramos un pequeño equipo misionero, incluyendo a Lucas, el escritor de Hechos, que acompañó a Pablo mientras viajaba por Macedonia. Aunque sabemos poco o nada acerca de la mayoría de ellos, cada una de esas personas jugó un papel importante en la formación de la iglesia. Desde la perspectiva de Dios, no hay personas ni ministerios insignificantes en la iglesia de Jesucristo. En 1 Corintios 12, Pablo compara la iglesia con un cuerpo, cuya salud depende del buen funcionamiento de todas sus diversas partes. El Espíritu Santo da a cada creyente una capacidad especial para el servicio en la iglesia. Aunque personas como Pablo, que tienen un papel más visible, pueden parecer más necesarias, en realidad todo creyente es esencial. Los servicios prestados por las personas menos visibles nunca son olvidados por el Señor. Para Dios, la cuestión no es quiénes ven nuestro servicio o saben lo que hemos hecho; Él está interesado en nuestra obediencia, actitud y motivación para servirle. No quiere que nos regodeemos en la autocompasión o en la baja autoestima si nuestro trabajo no es notado ni apreciado. 

♥ En vez de esto, debemos aspirar a glorificar al Señor y ser fieles en todo lo que hagamos, sabiendo que Él promete recompensar nuestro servicio y obediencia.

 

CONFESIÓN DE FE:

SE DÉ LA NECESIDAD QUE TENGO DE LOS COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO, TAL VEZ SIN ELLOS SERÍA IMPOSIBLE LLEVARLO A CABO EFECTIVAMENTE, PERO TAMBIÉN QUE DEBO SERVIR CON LA INTENCIÓN DE GLORIFICAR A DIOS SIN ESPERAR EL RECONOCIMIENTO DE LOS HOMBRES.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Emanuel, Dios está con nosotros (Isaías 7:14). Dios y Señor nuestro, tu deseo es estar con nosotros, pues nos has creado de tu naturaleza para compartirte con nosotros para siempre, así que puedo decir que eres mi fiel compañero en la vida, y creo que el principal en la ministerial. Pero hoy quiero apropiarme de esa promesa, no solo por la seguridad que ella trae a mi vida, sino para compartirla con mis compañeros de ministerio, de manera que podamos todos entender la necesidad que tenemos unos de los otros para ser efectivos en el servicio y sin necesidad de reconocimientos mutuos. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por el ejemplo de trabajo en equipo que nos modelaste con tus discípulos. He orado en tu Poderoso Nombre; Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.