jueves, 15 de noviembre de 2018

DESARROLLO

 

GÁLATAS 5:22-25 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la Cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí. Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. (NTV)

 

♥ Del desarrollo y el ejercicio de la paciencia en nuestras vidas.

Tenemos toda clase de excusas para ser impacientes: el estrés, la mala salud, los errores de otras personas, estar retrasados o simplemente haber tenido un mal día. Pero la impaciencia puede llevarnos a tomar malas decisiones, herir a otros o destruir relaciones.

 

Dios quiere algo mejor para nosotros. Él sabe que la paciencia nos ayuda a permanecer en su voluntad y eso hace que su favor descanse sobre nosotros. Logramos mantener relaciones sólidas y duraderas cuando estamos dispuestos a esperar que otros cambien.

♥ Pero ¿cómo podemos desarrollar esta cualidad? 

1.   Ver como Dios ve.

Debemos ver nuestras vidas como Dios las ve, y aceptar las dificultades como oportunidades para aprender a ser pacientes. Debemos dejar atrás la creencia equivocada de que en la vida cristiana no se tienen problemas. El propósito de Dios no es darnos comodidad y placeres, sino más bien que crezcamos a la semejanza de Cristo. La paciencia es una de esas cualidades del "crecimiento" que debemos tener.

2.   Procurar la Paciencia.

Tenemos la responsabilidad de procurar la cualidad de la paciencia y ejercitarnos en ella. Tenemos que aprender a rechazar nuestros malos hábitos y las ideas equivocadas del pasado. Acostúmbrese a responder con gentileza y cordialidad, aunque la otra persona le esté acusando injustamente.

 

♥ Se necesita tiempo, energía y esfuerzo para cambiar nuestra forma de pensar y nuestra forma de reaccionar. Pero gracias a Dios, no hacemos esto solos, sino de la mano del Espíritu Santo.

 

CONFESIÓN DE FE: 

EL ESPÍRITU SANTO ESTÁ COMPROMETIDO A PRODUCIR LA PACIENCIA EN MI VIDA CON MI COOPERACIÓN Y BUENA DISPOSICIÓN; ENTONCES ASÍ LA PROCURARÉ, DE MANERA QUE PUEDA DESARROLLARLA Y EJERCITARLA EN MI COTIDIANIDAD.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad y Paciencia (Salmo 51:18). Mi amado Rey y Señor Jesús, hoy quiero darte gracias por el fruto del Espíritu que has impartido al mío, el amor, y por la paciencia como resultado de este, entonces se que puedo desarrollarla y ejercitarla diariamente, siendo comprensivo, humilde, suave y bueno. Viendo las circunstancias y a tus hijos, como los ves Tú mismo, para así, poder apreciar la bondad de cada uno. Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia, que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí. Revísteme de tu bondad y tu paz, Señor Jesús, y haz que, durante este día, yo pueda ver las cosas y la personas como Tú las ves, procurar la paciencia para desarrollarla y ejercitarla en toda circunstancia y lugar; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.