viernes, 13 de junio de 2014

TESTIMONIO

 

TESTIMONIO

 

HECHOS 20:18-21 Cuando llegaron, Pablo declaró: "Ustedes saben que desde el día que pisé la provincia de Asia hasta ahora,  he hecho el trabajo del Señor con humildad y con muchas lágrimas. He soportado las pruebas que me vinieron como consecuencia de las conspiraciones de los judíos.  Nunca me eché para atrás a la hora de decirles lo que necesitaban oír, ya fuera en público o en sus casas.  He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo". (N.T.V.)

 

©      De cómo nuestro testimonio de vida puede sustentar el mensaje.

Muchas veces he querido hablar y no puedo porque no tengo libertad de hacerlo. Y no es que alguien me lo haya prohibido, sino que mis hechos me han impedido hablar, porque las palabras no son solo lo más importante sino la vida.  He tornado mis ojos al piso, he dado media vuelta sin decir una palabra y me he marchado un tanto avergonzado, porque he perdido la libertad de hablar por mi libertinaje. Pero hoy, ya no quiero perder esa libertad. Quiero comenzar de nuevo y por la gracia y el poder de quién todo lo puede, El Señor Jesús, vivir de tal manera que mis hechos se tornen en el más poderoso mensaje que pueda expresar.  Quiero poder decir lo que Pablo dijo con firmeza, porque no perdió la libertad de hablar. El dijo:

-        "Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia" (V.R.V.).

 

Sí, quiero un día poder decirlo en casa, en la iglesia, en mi trabajo, con mis amigos y con mis vecinos. Ustedes saben como me he comportado; no como he hablado, no como he aparentado, sino como me he comportado, porque lo más importante es el vivir y no solamente el hablar.  Pablo dijo: "Como me he comportado todo el tiempo", esa palabra me confronta todo el tiempo.  Ocasionalmente no, no de vez en cuando, sino "todo el tiempo".  Cuántas veces me lo he propuesto, pero solo lo he logrado un poco de tiempo y nada más, pero la consistencia de la vida se demuestra todo el tiempo. Y Pablo termina diciendo:

-        "Desde el primer día que entre a  Asia" (V.R.V.). 

Que importante es mantenernos desde el primer día. Hoy el reto que tenemos, no solo es el inicio sino también el final.  No solo es el primer día sino el último, porque si llegamos limpios al último día podremos decir, desde el primer día que entre en este lugar.

©      ¿Cuál es nuestra Asia? Puede ser el trabajo, el hogar, el círculo de amigos, el vecindario o la iglesia.

 

CONFESIÓN DE FE:

SI PUEDO CUIDAR MI TESTIMONIO DE VIDA, PODRE SUSTENTAR EL MENSAJE QUE EL SEÑOR ME HA ENCOMENDADO Y  HABRÉ LLEGADO A LA META CON UNA SONRISA DE SATISFACCIÓN EN MIS LABIOS Y EN MI CORAZÓN.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de Señores (Deuteronomio 10:17). Se que la vida es una carrera que me has preparado y hoy debo seguirla corriendo como si fuera mi primer día, pero con la consistencia necesaria para llegar al último día y poder decir con satisfacción, "Ustedes saben como me he comportando todo el tiempo desde el primer día que llegue aquí", porque me has dado la ayuda y porque he sido diligente, porque no es por mi fuerza que lo lograré, sino por tu fuerza y tu poder. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo, porque tus promesas me sirven de aliento para llegar a mi último día con la misma fuerza de mi primer día entre todos los que me rodean y así llevarles tu mensaje sustentado por un testimonio de vida fundamentado en ti. Amén.


Juan Manuel Lamus O.