miércoles, 26 de agosto de 2015

¿IMPACIENCIA?

 

HEBREOS 5:11-14 Nos gustaría decir mucho más sobre este tema, pero es difícil de explicar, sobre todo porque ustedes son torpes espiritualmente y tal parece que no escuchan. Hace tanto que son creyentes que ya deberían estar enseñando a otros. En cambio, necesitan que alguien vuelva a enseñarles las cosas básicas de la Palabra de Dios. Son como niños pequeños que necesitan leche y no pueden comer alimento sólido. Pues el que se alimenta de leche sigue siendo bebé y no sabe cómo hacer lo correcto. El alimento sólido es para los que son maduros, los que a fuerza de práctica están capacitados para distinguir entre lo bueno y lo malo. (N.T.V.)

 

©   Estamos capacitados para discernir con paciencia.

Hoy día, la impaciencia es una característica muy común. Queremos información, ayuda y comida rápidas. La simple espera a que la computadora arranque o que "el próximo agente de servicio esté disponible" para responder nuestra llamada telefónica puede causarnos frustración.

 

Pero Dios es especialista en el trabajo lento y constante, Él está más interesado en un resultado de calidad, que en un proceso rápido.

En ninguna parte es esto más evidente, que en la esfera del discernimiento espiritual. Cuando nos convertimos en cristianos, no somos sabios y versados de inmediato. Se necesita toda una vida para llegar a la madurez. Sin embargo, algunos creyentes no parecen crecer en absoluto. Envejecen, pero su comprensión de la Palabra de Dios nunca es muy profunda. Esta falta de sabiduría se debe a ignorancia de la Palabra de Dios, apatía, indiferencia a las cosas espirituales, y a falta de aplicación de las verdades bíblicas fundamentales. El discernimiento requiere tiempo y esfuerzo.

 

Mi recomendación, dedique tiempo para reflexionar sobre sus respuestas, y observe las consecuencias de sus acciones y decisiones. Si usted se siente confrontado por lo que nota, permita que eso le motive a iniciar una búsqueda de por vida del Señor y de sus caminos. Comience a leer la Biblia regularmente; al hacerlo, pídale al Señor que abra su corazón y su mente para entender lo que Él está diciendo.

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARE PACIENTEMENTE LEER, ESTUDIAR Y MEDITAR LA PALABRA DE DIOS, CON LA FIRME INTENCIÓN DE ARRAIGAR EN MI VIDA LAS VERDADES BÍBLICAS FUNDAMENTALES, DE MANERA QUE PUEDA DESARROLLAR UN SABIO DISCERNIMIENTO DE ELLAS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Dios Omnisciente, Señor lleno de sabiduría y conocimiento (Romanos 11:33). Dios y Señor mío hoy quiero orar citando al salmista cuando dice: ¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos! Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo? ¿Y quién le ha entregado tanto para que Él tenga que devolvérselo? Pues todas las cosas provienen de Él y existen por su poder y son para su gloria, por eso seré paciente en el discernimiento de las verdades bíblicas fundamentales. ¡Al señor Jesucristo sea todo el honor y toda la gloria por siempre! Amén.



Juan Manuel Lamus O.