lunes, 17 de diciembre de 2018

CUATRO ENEMIGOS

 

HEBREOS 11:1-3 La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver. Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación. Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles. (NTV)

 

De los enemigos de la Fe.

Existen muchas cosas que nos impiden tener una fe grande y desarrollada, y que por esto nos perdemos de muchas de las bendiciones que Dios tiene para nosotros: Por permitir que se debilite nuestra fe y poner nuestra confianza en personas, cosas u otros dioses.

 

Vamos a reconocer hoy los cuatro principales enemigos de la Fe:


1.  Miedo o temor: El miedo inhabilita inmediatamente la fe. Te paraliza y no te permite ver mas allá de tu situación actual. Sabemos que sin importar lo que esté pasando ahora, Dios tiene una solución para todo. Pero el miedo nos venda nuestros ojos espirituales y nos impide ver esa solución. (Marcos 4:35 en adelante).


2.  Falta de perseverancia: La fe siempre persevera (Gálatas 6:9). Debemos permanecer constantemente creyendo en que lo que necesitamos y clamamos a Dios vendrá en el momento adecuado escogido por Dios, en su tiempo perfecto.


3.    Tristeza: El estar triste nos impide recibir la Palabra de Dios. (Éxodo 6:6-9). Como sabemos, nuestra fe crece por escuchar la Palabra de Dios. Si no la escuchamos, nuestra fe comienza a debilitarse.


4.  Pecado: El pecado nos aleja de Dios. (Proverbios 28:13). Cuando pequemos, tenemos dos opciones: Arrepentirnos y enderezarnos u ocultarlo. Si hacemos lo primero, nos acercamos a Dios de nuevo.

 

Nunca permita que su fe se debilite. Permanezca firme en la Palabra de Dios y confiado siempre en su voluntad y tiempo perfecto. Recuerde estas palabras de Jesús, en Marcos 9:23: "Si puedes creer, al que cree todo le es posible."

 

CONFESIÓN DE FE:

LEVANTO EL ESCUDO DE LA FE COMO FACTOR ESENCIAL EN MI ORACIÓN, CREYENDO QUE TODO ES POSIBLE PARA MÍ; RECHAZO LOS ENEMIGOS DE LA FE Y ECHO FUERA DE MI VIDA TODO TEMOR Y DUDA QUE ME IMPIDAN CREER Y RECIBIR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Mi Dios, Rey y Señor Jesús, sé que Tú, El Todopoderoso, eres la fuente última de la realidad, pues todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real, y si dices que: "al que puede creer todo le es posible", pues yo lo creo. Sin embargo, ahora entiendo, mi Señor, porque a veces me cuesta tanto tener fe en Ti y creer en tus palabras, es por eso por lo que en este día tomo autoridad en el Poderoso Nombre de Jesús para pelear la buena batalla y rechazar todo enemigo de la fe, tales como el temor, la falta de perseverancia, la tristeza y el pecado, que quieran dominarme. Recibo ahora mismo, por el poder del Espíritu Santo, la fe que de Ti proviene. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por colocar en mi la medida de fe y por ayudarme a desarrollarla; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.