martes, 19 de octubre de 2021

BIBLIA = AUTORIDAD

 

PROVERBIOS 30:5,6 Toda Palabra de Dios es verdadera. Él protege a los que acuden a Él en busca de protección. No añadas nada a sus palabras para que no te reprenda y te haga quedar como un mentiroso. (NBV)

 

¿Quieres Crecer Espiritualmente? Acepta la Autoridad de la Biblia

Un bebé necesita muchas cosas para crecer, pero el requisito más obvio es el alimento. Puedes cargarlo, mecerlo, y cantarle a un bebé, pero sin leche, el bebé no crecerá. Nuestros corazones son de la misma manera. Para crecer espiritualmente, necesitamos comida espiritual. Nosotros obtenemos eso de la Biblia, la Palabra de Dios. 1 Pedro 2:2 (NTV), dice: Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de salvación.  Pidan a gritos ese alimento nutritivo.

 

Pero es posible leer la Biblia y no obtener nada de ella. Necesitas ciertas llaves para desbloquear la Escritura. Una de esas llaves es aceptar su autoridad, pues es la Palabra de Dios (1 Tesalonicenses 2:13). Y una de las razones por la que hay tanta confusión en el mundo de hoy, es porque las personas están escuchando a diferentes autoridades, y todos se están preguntando: "¿Quién está correcto?"

Te hayas dado cuenta o no, tienes una autoridad para tu vida. Es lo que utilizas para tomar decisiones.

 

Hay cuatro fuentes no confiables de autoridad que las personas utilizan a menudo en lugar de la Escritura:

1.     Imitación. Las personas que siguen esta fuente de autoridad dicen, "Pero todos lo están haciendo". Sin embargo, la misma Palabra nos advierte en contra de esto:

📖 No te dejes llevar por la mayoría en su maldad. (Éxodo 23:2 NTV)

 

2.    Tradición. Estas personas dicen, "Pero siempre lo hemos hecho de esa forma". Pero Jesús les dijo a algunos religiosos de sus días: (Marcos 7:8 NTV)

📖 Pues ustedes pasan por alto la ley de Dios y la reemplazan con su propia tradición.

 

3.    Razón. Esta fuente no confiable dice, "Bueno, parece lógico; parece racional". Pero la Escritura nos advierte en contra de utilizar nuestro intelecto como una fuente de autoridad: (Proverbios 16:25 NTV)

📖 Delante de cada persona hay un camino que parece correcto, pero termina en muerte.

 

4.   Sentimientos personales. En el mundo encontrarás personas diciendo, "Lo creo porque lo siento". Pero la Biblia habla de un tiempo cuando el mundo estuvo en anarquía por causa de esta actitud: (Jueces 21:25 NTV)

📖 Cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.

 

Solo hay una autoridad completamente confiable para la vida:

¡¡¡La Palabra de Dios!!!

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra

(2 Timoteo 3:16,17 NTV)

 

Establece esto en tu corazón hoy:

 

CONFESIÓN DE FE:

VOY A ACEPTAR LA BIBLIA COMO LA AUTORIDAD CONFIABLE Y FINAL PARA CADA ASUNTO EN MI VIDA". Y ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE CUANDO ACEPTO ESA AUTORIDAD, COMIENZO A OBTENER MÁS DE LA PALABRA DE DIOS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:6). Mi amado Dios, mi Rey y Señor Jesucristo, hoy sé que Tú eres la fuente última de la realidad, todo lo que se relaciona contigo y tu Palabra es verdad y es real, y por eso es una autoridad reconocida sobre mi vida, gracias por tu Ella. A veces la palabra de los hombres no se ha cumplido pero la tuya siempre se cumple. Señor ayúdame hoy a conocer tu Palabra, a vivirla y saber que ese poder y autoridad de Ella todavía está en vigencia. Por tu Palabra fueron creados los cielos y la tierra, y por tu Palabra yo iré a los cielos y aprenderé a vivir en victoria aquí en la tierra. Señor quiero ser obediente a tu Palabra y permitir que tu Santo Espíritu siembre la semilla de Ella en lo profundo de mi corazón. Gracias Padre Celestial por la autoridad de tu Palabra sobre mi vida; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri