miércoles, 24 de septiembre de 2014

SOSTENERSE

 

SOSTENERSE

 

SALMO 145:1-5 ¡Grande es el Señor! ¡El más digno de alabanza! Nadie puede medir Su grandeza. Que cada generación cuente a sus hijos de Tus poderosos actos y que proclame Tu poder. Meditaré en la gloria y la majestad de Tu esplendor, y en Tus maravillosos milagros. Tus obras imponentes estarán en boca de todos; proclamaré Tu grandeza. (N.T.V.)

 

©      Los momentos que nos sostienen.

©      Cuando su vida se desmorona, ¿qué hace usted?

Todos enfrentamos circunstancias que desafían nuestra paz, y algunas de estas situaciones son muy dolorosas y prolongadas. A menos que se tenga un enfoque bien dirigido, la alegría se marchita y la esperanza parece irrealizable.

 

El rey David experimentó adversidades extremas, entre ellas:

Ø  El profundo dolor de perder un hijo y a su mejor amigo.

Ø  El rey Saúl, por razones egoístas, lo persiguió para quitarle la vida.

Ø  Más tarde, su propio hijo encabezó una rebelión contra él.

A pesar de ser pruebas tan dramáticas, no fueron sino cuatro de las muchas dificultades que soportó. Pero aun en tiempos de profundo sufrimiento, David hallaba paz y esperanza en Dios.

 

©      ¿Cómo se sostenía su alma cuando otros, en situaciones parecidas, se habrían ahogado en la desesperación?

David sabía cómo meditar. Concentraba su mente y su espíritu en Dios, en Su carácter, Sus cosas, Su voluntad, para conocer mejor al Señor y obedecerle.

Debemos seguir el ejemplo de David. Nuestro rol en las dificultades es poner los ojos en nuestro Padre Celestial y meditar en Su Palabra. Los salmos son testimonio de la profundidad y la pasión con que el pastor y futuro rey se deleitaba en Dios. Al reflexionar con frecuencia en los atributos y las cosas del Señor, encontraba consuelo en medio de la agitación.

 

©      ¿Qué asuntos consumen sus pensamientos durante el día?

©      ¿Aparta tiempo para pensar solo en el Señor?

 

CONFESIÓN DE FE:

ME RECORDARÉ A MÍ MISMO EL REVIVIR MI ATENCIÓN EN EL CREADOR; Y SÉ QUE UNA MANERA DE HACERLO ES LEER ALGUNOS DE LOS SALMOS Y OBSERVAR CÓMO SE CONCENTRA NUEVAMENTE EL AUTOR DE ELLOS EN EL DIOS TODOPODEROSO, Y ASÍ HACERLO YO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Nissi, el Señor es mi Milagro, es mi Bandera (Éxodo 17:15).  Si necesitamos un milagro se que Tu, mi Señor, puedes hacer uno para nosotros, pues eres nuestra bandera o estandarte, el único que puede sostenernos en momentos de zozobra y dificultad. En medio de las batallas de la vida te vemos Alto y Levantado, y si mantenemos nuestros ojos en Ti y te seguimos seremos milagrosamente victoriosos. Por eso quiero darte gracias hoy y decirte como el salmista: Te exaltaré, mi Dios y Rey, y alabaré Tu Nombre por siempre y para siempre. Te alabaré todos los días; sí, te alabaré por siempre. He orado en el Poderoso Nombre de mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.