miércoles, 11 de agosto de 2021

HONOR Y PRIVILEGIO

 

JUAN 12:20-26 Algunos griegos que habían ido a Jerusalén para celebrar la Pascua le hicieron una visita a Felipe, que era de Betsaida de Galilea. Le dijeron:

-      Señor, queremos conocer a Jesús.

Felipe se lo comentó a Andrés, y juntos fueron a preguntarle a Jesús. Jesús respondió:

-       Ya ha llegado el momento para que el Hijo del Hombre entre en su gloria. Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas. Los que aman su vida en este mundo la perderán. Los que no le dan importancia a su vida en este mundo la conservarán por toda la eternidad. Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva. (NTV)

 

El servicio en el Reino es tal vez el más alto honor y privilegio de un verdadero seguidor de Cristo, y también produce honra y privilegios de parte de Dios.

 

Existe un tremendo contraste entre lo que la Palabra de Dios enseña y lo que el mundo promueve. Nuestra cultura valora el poder, el protagonismo y la ambición, pero para los cristianos, servir a Dios es nuestro más alto honor, además de ser un privilegio. A veces, la gente piensa que solo los que trabajan para la iglesia son siervos de Dios, pero todo creyente está llamado a servir al Señor. Él nos coloca en situaciones, vocaciones y vecindarios donde podemos tener un impacto para Cristo. Piense:

en la madre que se queda en casa y cría a sus hijos con amor al Señor, o

en el hombre postrado en cama que ora por su familia de la fe.

Aunque ninguna de las dos responsabilidades implica poder o el reconocimiento del mundo, ambos sirven al Señor, y a Él le agrada esa fidelidad.

 

No hay posiciones sin importancia en el Reino de Dios. El tipo de servicio puede cambiar con las coyunturas de la vida, pero siempre estamos a su servicio. Para lograr sus planes, el Señor utiliza cualquier habilidad y dones que tengamos, además de dotarnos.

 

¡¡¡Qué extraordinario honor y privilegio es ser parte de la obra de Dios en la Tierra!!!

Sabiendo que Él no necesita nuestra ayuda, sin embargo,

ha decidido incorporar nuestras contribuciones a Su plan perfecto

 

Aunque no podemos hacer nada sin su ayuda, Él se siente honrado por nuestro servicio; pero también nos honrará y privilegiará por el.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE HE SIDO ESCOGIDO POR DIOS PARA SERVIR EN SU REINO, PERO LO IMPORTANTE ES QUE PARA MI ES UN HONOR Y UN PRIVILEGIO, ASÍ QUE LO HARÉ CON DENUEDO, ES DECIR CON GOZO, VALENTÍA, AMOR, DILIGENCIA Y MUCHA RESPONSABILIDAD.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, Elah Shmaya Varah, Dios del Cielo y de la Tierra (Esdras 5:11). Dios y Señor nuestro, Jesucristo, El Todopoderoso, eres quien reina sobre todo el universo, y no hay nada que no esté bajo tu poder; sin embargo, eres El Ebed, el Siervo de Dios por excelencia, y es por eso por lo que hoy vengo a tu Presencia clamando, suplicando desde lo más profundo de mi corazón, ayúdame, pues no quiero olvidar el alto nivel del llamado que me has hecho, pues es un honor y un privilegio para mí ser parte esencial de tu obra en la Tierra. Quiero encontrar muchas oportunidades para servir y quiero permitir que el servicio llegue a todos los que me rodean, sin ninguna condición y con excelencia. Ayúdame a ser canal de servicio de la misma manera que Tú lo fuiste. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu modelaje de servicio incondicional, amoroso y en excelencia, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri