viernes, 20 de mayo de 2016

LA GRATITUD 2

 

SALMO 75:1 Te agradecemos, oh Dios; te damos gracias, pues estás cerca,  y la gente habla de las maravillas que haces. (P.D.T.)


©  La gratitud como "Principio de Vida", es un valor que debemos practicar como estilo de vida. Se ha dicho que la gratitud moldea y da forma a la vida cristiana.

La vida no nos debe nada y si Dios nos pasara la cuenta de todas sus misericordias tendríamos que retroceder, caer de rodillas, pedir perdón y decirle que hemos sido injustos con Él y con la vida.

 

Debemos tener gratitud en la aflicción; normalmente expresamos gratitud por las bendiciones de Dios. Pero, ¿ha pensado alguna vez en darle gracias por algo que no parezca ser una bendición? Un corazón agradecido es más precioso para Dios cuando, humanamente hablando, nuestra situación no justifica el dar gracias. Pero al tomar cuatro decisiones fundamentales, podemos empezar a ver el valor de nuestras adversidades, y responder con agradecimiento:


1. Creer y confiar en el Señor

Solo viendo la vida desde una perspectiva bíblica, podremos entender sus propósitos en nuestras pruebas y confiar en su sabiduría al permitirlas.

2. Aceptar la situación como de parte de Dios

Ya sea enviada o permitida por Él. Si realmente creemos que Él está actuando para nuestro bien (Romanos 8:28), podemos decidir recibir cada dificultad como venida de su mano amorosa. Entonces podremos decir: "Gracias".

3. Someterse a Dios en la circunstancia

Aunque es posible que no nos guste la situación, el saber que Dios es "bueno y bienhechor" (Salmo 119:68), nos permite poner con confianza nuestras vidas bajo su autoridad.

4. Sacar de Él las fuerzas para resistir

Nadie tiene la capacidad dentro de sí mismo para soportar los problemas con gratitud. Solamente confiando en el Señor pueden los creyentes experimentar la adversidad con un corazón agradecido.

 

Piense, ahora, en esa circunstancia que le gustaría ver cambiada, y con una nueva mentalidad haga esta confesión de fe a Dios:

 

CONFESIÓN DE FE:

ACEPTO TODA SITUACIÓN COMO PROVENIENTE DE DIOS. CON FE Y CONFIANZA ME PONGO BAJO SU AMOROSA AUTORIDAD, Y SACO DE ÉL LAS FUERZAS QUE NECESITO PARA SOPORTAR CON GRATITUD.

 

ORACIÓN:

Padre celestial, El Emunah, Dios Fiel (Deuteronomio 32:4). Bendito seas por siempre, Señor Jesús, Dios y Padre nuestro, grande y poderoso eres Tú, gracias quiero darte hoy, pues has cambiado mi vida radicalmente y mi lamento lo has convertido en baile. Por esto y muchas cosas más, que no tendría el tiempo ni el espacio suficiente para enumerar, puedo estar hoy agradecido, y expresar esta gratitud es para mí un privilegio, pues confío en Ti, acepto las circunstancias y me someto a ellas con la seguridad que de Ti sacaré las fuerzas para enfrentarlas y así ganar la batalla de la fe. Mi gratitud será eterna hacia Ti, mi amado Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.