jueves, 2 de mayo de 2024

FRUTOS & ESPERANZA

 

1 PEDRO 1:10-13 (PDT) Los profetas estudiaron los detalles de esta salvación tratando de entenderla y hablaron sobre el generoso amor que Dios les ha dado a ustedes. Los profetas intentaban saber cuándo llegarían los sufrimientos de Cristo y cómo sería el mundo cuando llegara. El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les hablaba de lo que Cristo tendría que sufrir y de la gloria que recibiría después. Dios les hizo entender que lo que decían no era para ellos mismos, sino que les estaban sirviendo a ustedes. Lo que los profetas decían es la misma buena noticia de salvación que fue anunciada por quienes les llevaron el mensaje a ustedes. Ellos también hablaron por medio del Espíritu Santo, enviado del Cielo. En ese mensaje hay detalles que hasta los mismos ángeles quisieran conocer. Por eso, preparen su mente para servir. Con pleno dominio propio pongan toda su esperanza en el generoso amor que será de ustedes cuando Jesucristo venga.

 

Poner nuestra esperanza en la gracia puede producir un fruto para nuestras generaciones futuras, pues puede que no lleguemos a ver el fruto de nuestra fidelidad a la obra hasta que lleguemos al Cielo.

 

Hebreos 11, léalo, nos relata las historias de creyentes que siguieron con fe a Dios antes de que viniera al mundo, su legado nos fortalece para imitarlos y andar por fe. Y en el pasaje que estudiamos hoy, Pedro nos recuerda a aquellos que escribieron las promesas de Dios para que pudiéramos escuchar las buenas nuevas. Sus palabras nos dan seguridad en cuanto al plan de salvación de Dios y aumentan nuestra esperanza. Al igual que los creyentes recordados en Hebreos 11, los profetas del Antiguo Testamento no experimentaron el cumplimiento de todo lo que Dios prometió, ellos "inquirieron y diligentemente indagaron" (Vs.10 RV60), en un intento de entender los planes de Dios, pero ninguno de ellos vivió para ver a Cristo en la carne, aquel de quien escribieron. Pedro nos dice que se percataron de que sus escritos eran para el beneficio de otros, es decir que darían fruto en el futuro.

 

¡¡¡La revelación de Dios en Cristo es completa!!!

Pero, al igual que los profetas de la antigüedad, hoy podemos dejar un 

mensaje que dé fruto para las generaciones venideras; en otras palabras, 

demostremos esperanza en Cristo, amemos y prediquemos

 

Los mensajes de los profetas del Antiguo Testamento prepararon el camino para que la buena noticia de Dios fuera recibida por los apóstoles y el mundo entero; sus palabras son como árboles frutales que darán una cosecha mucho después de que las personas que los plantaron se hayan ido de esta vida.

De la misma forma puede suceder con nosotros, así que sembremos la esperanza en Cristo, con seguridad en el tiempo determinado dará su fruto.

 

CONFESIÓN DE FE:

MI ESPERANZA COMO CREYENTE DESCANSA EN EL HECHO DE QUE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR CUMPLE CADA PROMESA DIVINA, Y POR ESO PUEDO DAR LAS BUENAS NUEVAS A MIS GENERACIONES SEGURO DEL FRUTO QUE DARÁN AHORA Y EN EL FUTURO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emunah, el Dios Confiable (Deuteronomio 32:4). Mí amado Dios, Señor y Salvador, Jesucristo, eres completamente confiable, por eso sé que puedo poner mi fe y mi esperanza en Ti. Entonces puedo decir que en Ti confío plenamente y estoy seguro del trabajo arduo y permanente que Tú ejerces en mi vida; el amor sin límites que Tú me prodigas, a veces sin que siquiera yo lo pueda notar; la seguridad de que siempre estas a mi lado y tienes cuidado de todas mis necesidades me da la suficiente confianza para vivir tranquilo y sosegado y compartir esas verdades con los demás. Gracias Dios mío porque en Ti tengo puesta mi esperanza, mi confianza y mi fe, con la seguridad de que el fruto que espero se dará en tu tiempo preciso. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri