viernes, 28 de abril de 2023

MADUREZ Vs. INMADUREZ

 

HEBREOS 5:11-14 Sobre este tema es mucho lo que nos resta por decir, pero resulta complicado ya que ustedes se han vuelto reacios a escuchar. Después de tanto tiempo, deberían ser ya maestros consumados. Pero no, aún tienen necesidad de que se les enseñe cuáles son los rudimentos del mensaje Divino. La situación de ustedes es tal, que en lugar de alimento sólido, necesitan leche todavía. Y todo el que aún se alimenta de leche, como si se tratara de un niño de pecho, es un desconocedor de la Palabra salvadora. El alimento sólido, en cambio, es propio de adultos [espirituales], de los que por la costumbre están entrenados para distinguir entre el bien y el mal. (BLPH)

 

De la importancia de que la iglesia y su membresía busquen llegar a ser adultos espirituales, que aceptan y entienden el llamado que Dios les hace para ser de bendición para las personas y de beneficio para su Reino.

 

Cuán doloroso resulta para los padres y madres, el ver a sus hijos adolescentes, e inclusive adultos, comportarse como niños inmaduros y caprichosos, ante situaciones para las cuales ya deberían tener la madurez necesaria para sobrellevarlas.

Pues algo muy similar es lo que nos narra la Palabra en el pasaje que estudiamos hoy cuando se refiere a los creyentes a los cuales se dirige, eran personas que ya debían haber sido adultos espirituales, mostrando su madurez por medio de sus acciones y pensamientos, pero seguían comportándose como niños malcriados, inmaduros.  Se les describe como bebés a los cuales les falta alimentarse de la leche espiritual, y es por ello que estaban en camino de ser disciplinados por parte del Señor.  Es en esta coyuntura que el Señor por medio de su Palabra los insta a dejar de lado las cosas infantiles y los animó a que tomaran una actitud madura. Y continúa su amonestación en el capítulo 6:1 diciendo lo siguiente:

"Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la madurez…". 

La palabra "madurez" o "perfección" (de acuerdo a la versión que leamos), tiene varios sinónimos, hace alusión a tener criterio, discernimiento y lucidez. 

 

¡¡¡Los verdaderos seguidores de Jesucristo son llamado por Él

a dejar su etapa de leche espiritual, la inmadurez, para pasar a la etapa

de la madurez, alimentándose de la carne sólida de la Palabra de Dios!!!

 

Y esto no sólo se aplica a individuos, también puede extenderse a las iglesias como organismos, las cuales en lugar de ser talleres de donde salgan las herramientas para el servicio a otros creyentes, muchas se han convertido en guarderías para niños pequeños y malcriados; y cuando las iglesias no tienen una perspectiva correcta de servicio y no desafían a los nuevos creyentes a salir de su zona de confort, para empezar a servir en pequeños trabajos, para luego pasar a los ministerios de impacto en la comunidad y cumplir con su tarea de llevar la buena nueva a los que aún no la conocen.  Cuando esto no ocurre, los líderes pasarán demasiado tiempo atendiendo las necesidades infantiles de estos creyentes inmaduros, descuidando con esto otras áreas y personas de su iglesia.

 

Reflexione:

¿Hace cuánto tiempo conoce a Jesús como su Señor y Salvador? 

¿Desde que eso pasó, cuánto ha crecido? 

¿Siendo sincero, está siendo más de ayuda, o es una carga para otros? 

 

CONFESIÓN DE FE:

ES CLARO QUE TODO VIAJE COMIENZA CON EL PRIMER PASO, Y YO HARÉ DE ESTE VIAJE HACIA LA MADUREZ UNA AVENTURA QUE ME LLEVE A DESCUBRIR LAS MARAVILLAS QUE DIOS TIENE PARA MÍ Y PARA LOS QUE DESEAMOS BUSCARLO EN VERDAD, PUES SÉ QUE EL ACERCARSE A DIOS, ME HACE MÁS SEMEJANTE A ÉL, POR TANTO MÁS MADURO CADA DÍA.

 

ORACIÓN:

Dios Grande y Poderoso, El Gibor, El Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Dios y Señor nuestro, Jesucristo, Tú has llevado mi vida a niveles a los cuales tal vez nunca sospeche llegar, pero a través de la madurez que has impartido a mi espíritu; por tanto hoy te pido que me ayudes a lograr esos niveles de madurez en todas las áreas de mi vida, y aceptar la responsabilidad que esto conlleva, para lograr cumplir el propósito para el cual me has creado, utilizando las habilidades y los dones que me has dado al máximo, y con gozo, y con acción de gracias, poder depender totalmente de Ti y someterme a tu Espíritu. He orado en el Poderoso Nombre de mi amado Señor y Salvador Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri