TRABAJO
2 CORINTIOS 6:1 Nosotros trabajamos para Dios. Por eso les rogamos que no desaprovechen todo el amor que Dios les ha demostrado. (T.L.A.)
1 TIMOTEO 5:18 Pues la Escritura dice: "No le pongas bozal al buey para impedirle que coma mientras trilla el grano". Y dice también: "¡Los que trabajan merecen recibir su salario!". (N.T.V.)
© El trabajo, una obligación y bendición de Dios que dignifica al hombre, el esfuerzo mental o físico encaminado a cumplir el mandato de Dios de señorear la Tierra.
Toyohiko Kagawa fue un famoso poeta y reformador social cristiano japonés. Aunque tenía mala salud, vivía entre los necesitados en los barrios bajos de Tokio y trabajaba en forma incansable para vencer la injusticia social.
Su poema "El trabajo", habla de la fuente de su fortaleza, veamos:
© El Trabajo
Nunca diré que estoy ocupado:
Aquellos que ayudan a los atribulados deben esperar siempre estar ocupados.
Cristo era tan asediado por las multitudes que no tenía tiempo para comer. Él dijo:
"Al que tiene, se le dará más. Y al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará".
(Mateo 13:12)
Lo que quiere decir que si no usamos todos nuestros poderes y talentos los vamos a perder.
Entonces, también, el problema es que debemos hacer nuestro trabajo de todo corazón. No nos cansamos de hacer lo que nos gusta hacer.
Pero lo más importante, nuestro consuelo y fortaleza vienen solo cuando Dios mora en nuestras almas trabajando junto a nosotros.
Hoy podemos despertar agradecidos con Dios por la bendición de trabajar, con el gozo de cumplir nuestro deber delante de Dios y con la alegría de ir más allá del salario y el cansancio, sirviendo al único que merece toda nuestra adoración, el Rey y Señor Jesucristo. No importa qué trabajo hagamos hoy, trabajemos con propósito y fuerza, pues Dios es nuestro socio, Él siempre está con nosotros, esperando que le pidamos Su fortaleza para terminar el trabajo encomendado.
CONFESIÓN DE FE:
TRABAJARÉ COMO OBRERO ESFORZADO Y VALIENTE EN LAS COSAS DE DIOS, PUES ÉL ME CREO PARA SEÑOREAR LA TIERRA, APROVECHANDO EL AMOR Y LA FORTALEZA QUE HA PUESTO EN MÍ.
ORACIÓN:
Señor Jesús, Adonai, Melech Haelachim Adonay HaAdonim, Rey de reyes y, Señor de señores (Apocalipsis 17:14, Deuteronomio 10:17). Querido Amo y Dios mío, Tu amor incondicional y Tu ejemplo de esfuerzo y valentía para trabajar con ahínco y sin condición por toda la humanidad, me motivan todos los días para procurar un trabajo en Tu Reino de acuerdo a los propósitos para los cuales Tú me has llamado. Mi Señor y Salvador Jesucristo gracias quiero darte hoy por la fortaleza que tu imprimes en mi vida para hacer el trabajo que me has encomendado en todas las circunstancias, en las buenas y en las malas. Amén.
Juan Manuel Lamus O.