viernes, 3 de noviembre de 2023

PENSAMIENTOS PUROS

 

SALMO 119:9-16 (NTV) ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu Palabra. Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos. He guardado tu Palabra en mi corazón, para no pecar contra Ti. Te alabo, oh Señor; enséñame tus decretos. Recité en voz alta todas las ordenanzas que nos has dado. Me alegré en tus leyes tanto como en las riquezas. Estudiaré tus mandamientos y reflexionaré sobre tus caminos. Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu Palabra.

 

De la protección a nuestra vida, que produce la meditación de todo lo que es puro, es decir lo que es limpio, inocente, modesto, casto y sagrado.

 

¡¡¡Al usar el estándar de pureza de Dios, porque Él es puro, podemos evitar

dañar nuestras vidas a través de pensamientos, palabras y acciones impuros!!!

 

Si hubiera un seminario sobre cómo vencer el pecado, muchos cristianos se inscribirían con la esperanza de descubrir el secreto para vencer las tentaciones, pero la respuesta está justo debajo de nuestras narices. Lo único que necesitamos hacer es abrir nuestra Biblia. En el pasaje que estudiamos hoy, podemos encontrar que cada respuesta que el salmista da a su pregunta inicial de cómo mantener nuestros pensamientos puros está en las Sagradas Escrituras; veamos:

 

1.     Vivir de acuerdo con la Palabra de Dios (Vs.9,10). Esto significa que debemos dedicar tiempo a leer y meditar en la Palabra para saber lo que dice y qué significa. Aunque eso no es suficiente para protegernos del pecado, pues debemos obedecerla.

2.    Atesorar la Palabra de Dios en el corazón (Vs.11). Ya que la tentación llega de repente, debemos estar preparados para ella incluso cuando no podamos tomar una Biblia. Por eso es importante atesorarla en nuestra mente y corazón.

3.    Regocijarse en la Palabra de Dios (Vs.14). Hay paz y gozo grandiosos como resultado del conocimiento de la Palabra de Dios. De hecho, ella debería valer más para nosotros que todas las riquezas que ofrece este mundo.

4.   Meditar en la Palabra de Dios (Vs.15). Debemos tomarnos el tiempo para sintonizar nuestro corazón y nuestra mente con el Señor, reflexionar sobre sus palabras, y recibir la ayuda del Espíritu para interpretar sus instrucciones para nuestra situación particular. Este no es un proceso apresurado; es una lenta sumisión a las verdades que leemos, a medida que descubrimos cómo aplicarlas.

 

Si practicamos con fidelidad la meditación bíblica, descubriremos que el Espíritu Santo ha estado transformando nuestros pensamientos, emociones y acciones, para que seamos menos atraídos por los placeres pecaminosos y mantengamos los pensamientos puros.

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ APARTARME DE TODO LO QUE PUEDA CONTAMINAR MI VIDA Y MI MANERA DE PENSAR, PARA CAMINAR DE LA MANO DE JESÚS QUIEN PUEDE, POR MEDIO DE SU PALABRA, PERDONARME, RENOVARME, TRANSFORMARME Y PURIFICARME.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, El Kurios, Soberano Rey y Señor (1 Timoteo 6:15). Mi amado Rey y mi Salvador, quien gobierna nuestra vida por nuestro bien, sé que ese eres Tú. Por eso hoy vengo a tu presencia pidiendo que me protejas de los malos pensamientos que me acechan y alejes de mí toda tentación, falta, transgresión o pecado y a todos aquellos que solo desean mi perdición, mi mal y quieran alejarme de ti, no lo permitas Señor. Abstráeme del mundo que nos rodea, aumenta mi espiritualidad, ayúdame a vivir más cerca de Ti, libérame de toda tentación, no permitas que el enemigo cumpla su cometido, socórreme. Esta es mi súplica hoy, ayúdame para no contaminarme de este mundo, y pueda purificar mis pensamientos; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri