miércoles, 23 de agosto de 2017

VACILACIÓN

 

SANTIAGO 1:2-8 Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Pero que la paciencia tenga su obra completa para que sean completos y cabales, no quedando atrás en nada. Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar, movida por el viento y echada de un lado a otro. No piense tal hombre que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos. (R.V.A.'15)


©  De cuando nuestra fe es vacilante y tenemos una vida espiritual de vacilación.

La Biblia nos alerta en contra de una fe vacilante. Esta es la actitud de alguien que pasa de sentirse seguro de que Dios responderá una oración, a la simple esperanza de que pudiera ser que lo haga o llegar al convencimiento de que no lo hará. Por supuesto, como somos humanos, todos experimentamos períodos de duda. Pero lo que la Biblia nos advierte es que no tengamos un estilo de vida de vacilación espiritual.

 

La vacilación puede tener muchas causas. Por ejemplo:

1. No ver actuando al Señor en una situación.

2. Sentirse intranquilo pensando que confiar en Jesús va en contra del razonamiento humano.

3. Enfocarse en las circunstancias en vez de Dios.

 

Una persona que es "arrastrada por el viento" (Vs.6) puede perder la confianza en el Señor y descubrir que su crecimiento espiritual se ha atrofiado. Tal creyente puede convertirse en alguien de "doble ánimo" (Vs.8), porque mientras ora tiende a adelantarse al tiempo del Señor para manipular una situación y lograr el resultado deseado. Si un cristiano presta atención a sus dudas de esta manera, por lo regular tomará decisiones equivocadas. Y luego, después de todas las maniobras, terminará cada vez más insatisfecho con los resultados y sin paz. Y lo que es peor, su fe podrá disminuir. La vacilación es peligrosa, por lo que los creyentes debemos desarrollar la confianza en el Señor. Jesús dice en Marcos 11:24:

"Por esta razón les digo que todo por lo cual oran y piden, crean que lo han recibido y les será hecho." (R.V.A."15)

 

CONFESIÓN DE FE:

LO MÁS CERCA QUE PUEDO LLEGAR A LA FE PERFECTA EN ESTE MUNDO, ES LA CAPACIDAD DE CONFIAR EN QUE LO QUE PIDO DENTRO DE LA VOLUNTAD DE DIOS ES COMO SI YA LO HUBIERA RECIBIDO, ENTONCES ASÍ LO HARÉ.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Gibor, El Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Mi Rey y Señor, Tú eres la fuente de todo poder, capacidad y fuerza; el más fuerte en el universo. Nadie es más poderoso que Tú, por eso podemos acercarnos a Ti con total confianza y credulidad, al Todopoderoso, al Fuerte, que nos infundirá fuerza y nos capacitará para hacer todo lo que nos llame a hacer. Gracias mi Señor, porque sin vacilar en mi fe, hoy puedo decidir ser obediente y confiar en Ti con valentía y seguro de que el resultado será una bendición cada vez más grande para mi vida. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.