DESLIZADOS
HEBREOS 2:1-4 Es preciso, por tanto, que tomemos en serio el mensaje recibido, si no queremos navegar a la deriva. Porque si la palabra pronunciada por ángeles tuvo plena validez, y cuantos la desobedecieron y quebrantaron recibieron el merecido castigo, ¿cómo podremos salir nosotros bien parados si desdeñamos una salvación tan valiosa como esta? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos confirmaron quienes la escucharon y de la que Dios mismo ha dado testimonio valiéndose de milagros, prodigios y toda suerte de maravillas, además de los dones del Espíritu Santo que ha repartido según su voluntad. (B.L.P.H.)
© De las señales de que nos hemos deslizado, es decir que estamos navegando a la deriva. Suele suceder mucho después de las fiestas de fin de año.
Reunirse regularmente en la casa del Señor con la congregación en Cristo, ofrece un "ancla" de ayuda para mantener la transparencia de nuestra conducta. Sin embargo, dejar de asistir a la iglesia para ocuparse de otros intereses es una señal de que hemos comenzado a alejarnos de Dios. Si bien, son menos evidentes las personas que no están mentalmente presentes en el tiempo de la predicación, el acto de asistir al servicio no significa nada si no se tiene el deseo de recibir la Palabra de Dios y aplicarla a la vida. Tal como advierte el autor de Hebreos, si no ponemos atención a lo que hemos oído, nos deslizaremos (Vs.1).
Pero el domingo no es el único día para recibir una buena dieta del aliento y los principios que contiene la Biblia. Debemos leerla cada día de manera personal. Si se descuida la lectura de la Biblia, la vida de oración también desaparece. La oración es la manera que tenemos los creyentes de comunicarnos con el Capitán. Si dejamos de hablar con Él, sentiremos que el Dios que una vez nos pareció tan cercano, está ahora distante. Ese abismo en nuestro espíritu es una señal más de que estamos lejos de la seguridad que Él provee, deslizados.
He visto a capitanes guiar sus buques a través de canales estrechos y los miembros de la tripulación se enfocan en sus tareas, pues quedar a la deriva sería un desastre. De la misma manera, la vida está llena de canales estrechos, así que no podemos permitirnos alejarnos de Dios y de su Palabra.
CONFESIÓN DE FE:
CUANDO NUESTRO INTERÉS EN LO QUE DIOS DICE DISMINUYE, NOS ESTAMOS DESLIZANDO A AGUAS PELIGROSAS. LA ÚNICA MANERA DE MANTENER LIMPIO NUESTRO CAMINO ES GUARDANDO SU PALABRA (SALMO 119:9).
ORACIÓN:
Dios Omnipotente y Sabio, El Deot, Dios de todo Saber (1 Samuel 2:3). Señor Dios Todopoderoso, Tú que conoces todo y eres la fuente de todo conocimiento, hoy vengo a tu Presencia alabando como el salmista, así puedo decir: nadie es Santo como el Señor, nadie es Fuerte como nuestro Dios, porque no hay otro como Tú; eres Quien guía los pasos de sus amigos, mientras los malvados se pierden en la oscuridad, porque nadie triunfa por sus fuerzas. Gracias mi Rey y Señor Jesús, porque de tu mano nunca navegaré a la deriva, no seré deslizado, por más peligrosas que sean la aguas. Amén.
Juan Manuel Lamus O.