jueves, 13 de octubre de 2016

LLENOS

 

EFESIOS 5:15-20 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. Y den gracias por todo a Dios el Padre en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo. (N.T.V.)


©  De la importancia de la alabanza y la adoración en la vida del verdadero seguidor de Jesucristo, para vivir en el poder del Espíritu y lleno del Espíritu.

 

La vida llena del Espíritu Santo es una vida caracterizada por la alabanza y la adoración en todas sus manifestaciones y sin importar las circunstancias que se vivan en el momento. La presencia de Dios trae al seguidor de Cristo un nuevo cántico en su ser, aún en medio de las dificultades y problemas. La presencia de Dios se acrecienta en nuestras vidas cuando mantenemos un constante nivel de alabanza y adoración. La Biblia nos enseña que rodeando el Trono de Dios hay constante alabanza y adoración Apocalipsis 5:13, 19:4), entonces podemos asegurar que Dios habita en medio de una atmósfera llena de alabanza y adoración. Eso significa que si eso sucede en el cielo puede suceder también en la tierra, en la vida y circunstancias de todo aquel que entre en esa dimensión poderosa del Espíritu.

 

Muchas veces llenamos nuestras vidas de quejas, lamentos y palabras negativas que sólo conducen a la derrota y a la incredulidad. Podemos mantener el clima de alabanza en nuestras vidas aun en medio de los tiempos difíciles, pues alabar a Dios es una decisión de fe que trasciende lo que uno sienta, piense o viva. Es un ejercicio espiritual que nos asegura el vivir lleno y en el poder del Señor todo el día. La llenura del Espíritu Santo no es algo místico e inalcanzable, sino algo real que se origina cuando el seguidor de Cristo obediente empieza su día con un nuevo cántico en su ser, un cántico de alabanza y adoración. Ese es el lenguaje del cristiano lleno del Espíritu Santo, un lenguaje angélico que solo Dios sabe reconocer, y que también se manifiesta en alabanza y adoración a Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

MANTENGO E INCREMENTO LA LLENURA Y EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE MI VIDA, ALABANDO Y ADORANDO AL SEÑOR EN TODO LUGAR Y BAJO CUALQUIER CIRCUNSTANCIA.

 

ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Tehilati, Dios de mi Alabanza (Salmo 109:1). Dios y Señor mío, Tú eres supremamente merecedor de toda nuestra alabanza y adoración, y se que deseas ser el principal objeto de nuestras alabanzas, así como de lo que hablamos y pensamos. Es por eso, Señor Jesús, que mi propósito hoy es clamar a Ti, ya que has cambiado mi lamento en baile, para también cambiar mi quejabanza por alabanza, así que te pido, quita de mi vocabulario toda queja, lamento o palabras de incredulidad, y te entrego mi voz y mi boca solo para alabarte y adorarte a Ti, de manera que pueda vivir plenamente lleno y en el poder de tu Espíritu Santo. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.