martes, 6 de marzo de 2018

MINISTERIO VERDADERO

 

2 CORINTIOS 3:4-8 Esta confianza tenemos delante de Dios, por medio de Cristo: no que seamos suficientes en nosotros mismos, como para pensar que algo proviene de nosotros, sino que nuestra suficiencia proviene de Dios. Él mismo nos capacitó como ministros del nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, vino con gloria, tanto que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de desvanecer, ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del Espíritu! (RVA'15)

 

♥ ¿Qué significa servir al Señor? Servir con el Espíritu.

Sabemos que es un mandato bíblico, pero dudamos de cómo hacerlo. A menudo, pensamos que no estamos capacitados para servir. O tal vez estamos tan ocupados con nuestros otros deberes y responsabilidades, que encontrar el tiempo o la energía para servir a Dios parece imposible.

 

En lugar de mirar el ministerio a través del lente de los obstáculos que bloquean nuestro camino, veamos lo que Dios dice al respecto: 

1. Somos herramientas de Dios. El verdadero servicio no es algo que hacemos para el Señor, sino algo que Él hace por medio de nosotros. Este patrón fue establecido por Jesucristo, quien dijo: "El Padre que mora en mí, Él hace las obras" (Juan 14:10). Las vidas de los apóstoles también demuestran que esto es lo que Dios tenía en mente. Cuando Jesús los mandó a ser sus testigos, les dijo que esperaran hasta ser "investidos de poder desde lo alto" (Lucas 24:49).

2. Dios nos capacita. Al considerar el servicio como el trabajo de Dios por medio de nosotros, podemos confiar, no en nosotros ni en nuestras habilidades, sino en Dios, quien nos capacita para realizar lo que nos pida. Esta perspectiva también evita que nos adjudiquemos el mérito por lo que hagamos. Sin la orientación del Señor y el poder del Espíritu, nuestro servicio no vale nada a los ojos de Dios, sin importar qué tan productivo se vea desde un punto de vista humano.

 

Lo que hace eficaz a un servidor de Cristo, no son las destrezas naturales, la creatividad ni la iniciativa humana, sino la total dependencia al Señor tanto en dirección como en idoneidad. Dios usa a los que son débiles, humildes, sumisos y obedientes para que solo Él reciba la gloria.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL MINISTERIO VERDADERO SOLO DEPENDE DE LOS QUE DIOS QUIERA HACER A TRAVÉS DE MÍ Y GLORIFICÁNDOSE EN MIS DEBILIDADES, ASÍ QUE SERÉ HUMILDE, SUMISO Y OBEDIENTE, PARA SERVIR REAL Y EFECTIVAMENTE EN EL ESPÍRITU.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (salmo 27:1). Mi Dios y mi Señor, el Fuerte eres tú, y deseas hacernos fuertes a tus siervos, por eso cuando nos damos cuenta que somos débiles, solo Tú puedes hacernos fuertes caminando de tu mano. Señor Jesús, Siervo de Dios por excelencia, por eso hoy vengo a tu Presencia clamando, suplicando desde lo más profundo de mi corazón, ayúdame, pues no quiero olvidar el alto nivel del llamado que me has hecho al ministerio verdadero, ayúdame hoy a ser canal de servicio de la misma manera que Tú lo fuiste, siendo humilde, sumiso y obediente. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu modelaje de servidor incondicional, amoroso y en excelencia, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.


Juan Manuel Lamus O.