domingo, 30 de septiembre de 2018

¿ORGULLOSO O HUMILDE?

¡¡¡USTED ESCOGE!!!

 

¿Podemos ser humildes o el orgullo nos domina?

 

GÁLATAS 2:20

Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. 

Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. 

Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, 

quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. (NTV)

 

⚤ ¿Es usted de las personas que pide perdón cuando se ha equivocado? 

¿Se le dificulta admitir que falló? 

¿Qué le lleva a enfrentar serios problemas para aceptar que no se expresó de forma apropiada en el momento oportuno? 

 

✓ Estos tres interrogantes por encima de cualquier cosa procuran llevarlo a reflexionar.

 

Viene a mi mente la historia de una mujer que mantenía enfrentamientos constantes con su cónyuge. 

-    "Él es una persona muy difícil", solía repetir ella. 

Y créanme, al principio hasta lo pensé así. Una tarde tomé tiempo para hablar con el esposo. ¡Tremenda sorpresa! Era ella la complicada.

 

Aunque era ella quien desencadenaba los conflictos, siempre esperaba que fuera su esposo quien diera el primer paso para arreglar la situación. 

¡Para ella era imposible admitir el error y pedir perdón!

-    "Ya me cansé de la situación", dijo el esposo.

 

El proceso de llevarlos a considerar la situación y encontrar salidas no fue fácil, pero tampoco imposible, sobre todo cuando Dios va delante de nosotros.

 

Recobrar el principio de la humildad, parte de la base de otorgarle al Señor Jesús el primer lugar en nuestra existencia, reconocer su preeminencia. 

El apóstol Pablo escribió: 

-    "Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, más Cristo vive en mí. Y esta vida verdadera que ahora tengo es el resultado de creer en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí." (Gálatas 2:20 - Paráfrasis La Biblia al Día).

 

El secreto de todo está en someternos a Dios, permitirnos que sea Él quien reine sobre nuestras acciones y otorgarle la gloria a Él, que es a quien le pertenece... 

¡No a nosotros!

 

¿Qué le impide crecer? Sin duda:

✓ Pensar que está en el límite de la perfección.

✓ Pensar que va delante de los demás en el proceso de crecimiento personal y espiritual. 

✓ Creer que no tiene nada que aprender. 

✓ Estar convencido que no hay nadie más consagrado que usted.

 

En síntesis, tener la perspectiva equivocada que llegó a la cima cuando apenas está comenzando el ascenso.

Todas las parejas estamos llamadas a hacer un alto en el camino, hacer un auto examen, identificar en qué estamos fallando y aplicar correctivos. 

Es un principio de victoria que, por supuesto, aplica a la vida cristiana. 

No basta predicar, es necesario reflejar con hechos aquello que proclamamos con los labios.

 

"Desempacar significa sencillamente analizar profundamente aquello que estamos cargando y el motivo por el cual lo hacemos. Estudiar si muchas presiones, responsabilidades y relaciones todavía nos ayudan a avanzar, o si nos están deteniendo. Empacar entonces consiste en la actividad continua de evolución y ajustes. Volver a acomodar nuestras prioridades. Volver a plantear nuestra visión de la vida plena y recuperar nuestro sentido de estar vivos." (Richard J. Leider).

 

CONCLUSIÓN:

Hasta tanto no hagamos una evaluación honesta de si, como cristianos, hablamos bonito, pero no llevamos a la práctica lo que predicamos, estaremos avanzando en un círculo sin fin. 

La forma de impactar a quienes nos rodean es viviendo aquello que decimos. 

Es un fundamento de una vida camino al éxito, que aplica en nuestra relación personal, familiar y social.

Prendidos de la mano del Señor Jesús, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual.

 

VERDAD EN ACCIÓN:

Me decido por la humildad, entonces le pido a Dios que me ayude para dejar de lado el orgullo y asumir con humildad los errores que cometo.

 

¡¡¡Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado!!!

¡¡¡CUÍDALO!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.