HONESTIDAD PROBADA
HEBREOS 13:15-18 (NTV) Por lo tanto, por medio de Jesús, ofrezcamos un sacrificio continuo de alabanza a Dios, mediante el cual proclamamos nuestra lealtad a su nombre. Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios. Obedezcan a sus líderes espirituales y hagan lo que ellos dicen. Su tarea es cuidar el alma de ustedes y tienen que rendir cuentas a Dios. Denles motivos para que la hagan con alegría y no con dolor. Esto último ciertamente no los beneficiará a ustedes. Oren por nosotros, pues tenemos la conciencia limpia y deseamos comportarnos con integridad en todo lo que hacemos.
♥ De la honestidad puesta a prueba, de manera que realmente se manifieste en nuestro diario vivir el estilo de vida cristiano, pensando, hablando y haciendo lo bueno y honesto que Dios nos ha indicado.
☝🏼 Historia de la vida real:
Una madre y su hija paseaban por el centro de la ciudad, entonces decidieron entrar en una de esas tiendas de cacharrerías donde se tienen una infinidad de cosas para ver; estando allí resolvieron comprar unos pequeños aretes y una diadema color oro con reflejos. Al regresar a la casa se dieron cuenta de que, por error se habían llevado un par de aretes más que venían enredados con los que habían comprado. La madre pensó en pagar el par adicional la mañana siguiente, pero después de meditarlo un momento le dijo a su hija:
- "Es mejor que regresemos a esa tienda, después de todo no está lejos de aquí, y no quiero que la dependiente crea que somos personas deshonestas".
Así que salieron, y al poco tiempo llegaron a la tienda y devolvieron la pieza que no era suya. Una semana después se enteraron de que alguien había robado cosas de la tienda, y cuando la policía determinó el momento en que había ocurrido el robo, solamente habían estado allí dos personas, una de ellas había sido la mujer con su hija, y la otra, una mujer joven. El dueño de la tienda de inmediato descartó a la mujer con su hija, diciéndole a la policía:
- "Esa mujer con su hija no puede ser, es muy honesta, precisamente ese día vino a la tienda con su hija para devolver un artículo muy barato que se había llevado por equivocación".
Por este motivo la policía se enfocó en la otra mujer, y al poco tiempo después de iniciada la indagación, la arrestaron. Finalmente, se determinó que no solamente había robado en aquella tienda, sino que gracias al descarte que había hecho el dueño, el trabajo de investigación había sido muy sencillo y rápido. El acto de honestidad de la señora causó una fuerte impresión en aquel dueño de tienda; y seguramente también en la vida de su pequeña hija.
☝🏼 Piense en esto:
✓ ¿Su andar en Cristo concuerda y refleja lo que usted dice creer y pensar?
✓ ¿Es cuestionable su honestidad?
Recuerde que, siempre se está siendo observado por muchas personas quienes determinarán por sus acciones, la clase de persona que es, y además en este caso, la clase de cristiano que refleja ser.
¡¡¡Una persona honesta cambia sus ideas para que se ajusten a la verdad,
pero, una persona deshonesta cambia la verdad para que se ajuste a sus ideas!!!
CONFESIÓN DE FE:
PROCURARÉ SER ANTE DIOS Y ANTE LOS HOMBRES UNA PERSONA HONRADA Y POR ENDE DE CREDIBILIDAD; SERÉ VERAZ Y AJUSTANDO MIS IDEAS A LA VERDAD SÉ QUE GANARÉ CONFIANZA EN MI ENTORNO.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo y Puro (Josué 24:19). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, yo sé que Tú eres único, especial, singular. No hay nadie ni nada como Tú, ni nunca lo habrá, pues eres distinto de todos y de todo, eres puro y libre de cualquier error, por lo cual eres modelo de vida y honradez. Gracias Dios mío pues Tú me has enseñado de honradez, integridad y sinceridad, tu ejemplo y modelaje han sido para mí un camino seguro a seguir, por lo cual mis huellas en esta vida son las tuyas y mi comportamiento y costumbres han sido renovadas por tu Palabra y tu señorío, pues yo he decidido por convicción someterme a tu gobierno para vivir tus principios. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri