martes, 23 de julio de 2019

UNA ACTITUD

 

GÉNESIS 39:19-23 Potifar se enfureció cuando oyó el relato de su esposa acerca de cómo José la había tratado. Entonces agarró a José y lo metió en la cárcel donde estaban los presos del rey. José quedó allí, pero el Señor estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El Señor hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel. Poco después el director puso a José a cargo de los demás presos y de todo lo que ocurría en la cárcel. El encargado no tenía de qué preocuparse, porque José se ocupaba de todo. El Señor estaba con él y lo prosperaba en todo lo que hacía. (NTV)

 

De cómo tener y mantener una actitud llena de fe. (Leer Génesis 39 al 41)

Si alguien tenía motivos para estar afligido, ese era José. Su madre murió cuando era niño. Sus hermanos lo odiaban, lo vendieron como esclavo y convencieron a su padre de que había muerto. José trabajó duro en la casa de Potifar, pero terminó en la cárcel por falsas acusaciones. Sin embargo, no fue una persona amargada.

 

José mantuvo una actitud llena de fe porque confiaba firmemente en Dios, quien siempre estuvo con él. Aun en la cárcel, le fue dada la responsabilidad sobre otros (Vs.21,22). Al igual que él, nosotros podemos estar "cautivos" del desempleo, la mala salud o una relación destructiva. No obstante, podemos experimentar la Presencia de nuestro Padre Celestial y tener éxito, pues su Espíritu Santo produce en nosotros el buen fruto cuando dependemos de Él (Gálatas 5.22,23). Cualesquiera que fueran sus circunstancias, José se negaba a concentrarse en sí mismo. Cuando dos de los servidores del rey fueron encarcelados, tuvo compasión de ellos y los ayudó. Tanto en tiempos de bendición como de crisis, debemos ayudar a otros (2 Corintios 1:3,4). Notemos, también, que José no rehuyó hablar con osadía acerca de Dios a estos hombres y a Faraón. Le dijo a este dirigente egipcio que la respuesta que buscaba en cuanto a sus sueños vendría del Señor (Génesis 41:16). Ya fuera que estuviera esclavizado, en la cárcel, o como segundo al mando después de Faraón, José prosperó. Soportó muchas dificultades, pero vio que el Señor las había usado para bien (Génesis 50:19,20).

Nosotros, al igual que José, y gracias a la Presencia del Espíritu Santo:

 

¡¡¡Podemos y debemos tener una actitud llena de fe que glorifique a Dios!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

TENGO LA PLENA SEGURIDAD DE QUE DIOS CONOCE PERFECTAMENTE EL PROPÓSITO PARA MI VIDA, ASÍ QUE ANTE LAS ADVERSIDADES TENDRÉ UNA ACTITUD LLENA DE FE, QUE ME DARÁ LA VICTORIA Y LO GLORIFICARÁ A ÉL.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo (Levítico 19:2). Santificado y Bendito sea tu Nombre, mi Señor Jesús, por siempre. Gracias quiero darte por los principios y valores que me has impartido hasta hoy y las convicciones que estos han traído a mi vida; esto es algo incalculable y los beneficios que he recibido, bendiciones sobreabundantes, dirección perfecta, relaciones restauradas, libertad, sanidad, etc., no tendría el tiempo suficiente para enumerarlos. Mi amado Señor Jesús hoy quiero de tu mano y con una actitud llena de fe mantenerme firme, sin titubear en mis convicciones, sin permitir que mi entorno sea de influencia para transigir con ellos, sino por el contrario que yo lo impacte al vivirlas profundamente y de esa manera glorificarte a Ti; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.