lunes, 30 de diciembre de 2019

MÁS ALLÁ

 

HABACUC 2:2,3

Entonces el Señor me respondió diciendo: Escribe la visión y grábala claramente en tablas para que corra el que las lea. Aunque por un tiempo la visión tarde en cumplirse, al fin ella hablará y no defraudará. Aunque tarde, espéralo; pues sin duda vendrá y no tardará. (RVA'15)

 

¡Mire más allá! De la importancia de las resoluciones, tener una visión, y que estas vayan más allá de lo que podemos ver con nuestros ojos físicos.

 

Un hombre se acercó cierta vez a una construcción y observó a tres individuos que sacaban paladas de tierra de una larga zanja:

 

Le preguntó al primer hombre qué estaba haciendo.  Este se enderezó y respondió lo que para él era evidente:

-       "Estoy cavando una zanja".

 

Se acercó al segundo obrero y le preguntó lo mismo. La respuesta fue apenas un poco más amable:

-       "Trabajo para vivir, solo eso… Para alimentar a mi esposa e hijos".

 

Cuando le preguntó al tercer hombre qué hacía, este respondió con énfasis y una actitud positiva:

-       "Vea señor, estoy construyendo parte de una serie de canales de irrigación que convertirán este árido valle en una rica zona cultivable que producirá alimentos para combatir el hambre en el mundo".

 

Mire más allá de las tareas aparentemente insignificantes y de los errores mínimos de hoy y concéntrese en la totalidad del cuadro, en lo que finalmente sirve a los demás.  Hallará mayor satisfacción en el yugo diario si se considera un creador de joyas para la corona del Señor en vez de un simple pulidor de rocas.

 

¡¡¡Uno debe tener objetivos a largo plazo,

para evitar la frustración de los errores a corto plazo!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

MIRARÉ MÁS ALLÁ DE LO QUE MIS OJOS PUEDAN VER, PUES ESTOY SEGURO DE QUE LA VISIÓN QUE DIOS ME HA DADO SE CUMPLIRÁ, AUNQUE APARENTEMENTE TARDE EN LLEGAR, PUES ÉL ES UN DIOS QUE PROMETE Y CUMPLE, NO ME DEJARÁ EN VERGÜENZA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Shalom, Dios de Paz (Jueces 6:24). Dios y Señor mío, me has enseñado que "Shalom" significa totalidad, paz; y que Tú, mi amado Jesucristo, el Señor de Paz, eres completo en y por Sí mismo, no necesitas añadiduras a tu totalidad, y se que tu deseo y propósito son restaurar la paz y totalidad a tu creación que ha sido fracturada por el pecado. Por eso hoy clamo a Ti en oración, ruego y acción de gracias, para que esa paz que sobrepasa mi entendimiento, esa que es capaz de liberarme de la ansiedad y el afán venga sobre mí ahora mismo, para que pueda ver más allá la visión que me das, y mantener así mi corazón y mi mente guarnecidos con tu paz, para esperar con actitud y paciencia el cumplimiento de ella. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por ser el Príncipe de Paz en mi vida (Isaías 9:6); he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.