lunes, 4 de enero de 2016

RENOVACIÓN

 

EFESIOS 4:22-24 Desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente Justo y Santo. (N.T.V.)

 

©  Tirando la casa por la ventana, ¿año nuevo, vida nueva?

A fines del siglo XVIII y principios del XIX hubo una costumbre muy curiosa que se popularizó en España a raíz de la lotería instaurada en 1763 por orden del rey Carlos III. Las personas que resultaban premiadas por la lotería tiraban por las ventanas todos sus muebles y enseres viejos. Con eso daban a entender que desde ese momento comenzaba para ellas una nueva vida de lujo y riqueza. La costumbre se fue extendiendo hasta penetrar en el reino de Nápoles, que en aquel entonces estaba bajo el dominio de los Borbones. Hoy se practica en muchos lugares del sur de Italia, donde en la noche de Fin de Año la gente arroja toda clase de objetos viejos como anuncio de fortuna y de bienestar para el nuevo año. Así tuvo su origen la frase "tirar la casa por la ventana". Entre los españoles se suponía que quienes la expresaban se habían ganado la lotería. En cambio, entre los napolitanos bastaba el solo deseo de ganarse la lotería o su equivalente en buena fortuna. Para ellos el acto de tirar objetos viejos por la ventana era como regar semillas de fe con la ferviente esperanza de que germinaran junto con el año que entraba y que les produjeran el año nuevo más próspero de su vida.

 

Si bien estos dos pueblos latinos difieren en su manera de interpretar la frase, tienen en común la idea de despojarse de lo viejo a fin de revestirse de lo nuevo. Con ese simbolismo reflejan el deseo que todos tenemos de deshacernos de las cosas viejas y adquirir cosas nuevas en su lugar. Eso no tiene nada de extraño; es más, es común y corriente en la condición humana, pero cuando lo enfocamos mal, nos salimos de los linderos establecidos por Dios para nuestro bienestar eterno. Eso es precisamente lo que sucede cuando queremos cambiar a nuestra esposa, fiel amante que es, por una nueva amante, o cuando nos vamos al extremo de perseguir a todo vapor el dinero, el poder y la fama, en lugar de buscar la paz interior, la satisfacción de ser buen esposo o buena esposa, buen padre o buena madre, buen hijo o buena hija, buen amigo o buena amiga.

Si este año que inicia de veras deseamos una nueva vida, no haremos más que perder tiempo si la buscamos en cosas externas como el lujo y la riqueza, porque éstas, a la larga, no satisfacen. Lo único que de veras satisface es una renovación interna. Por eso a los Efesios San Pablo les escribió: "con respecto a la vida que antes llevaban, que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, y ponerse el de la nueva, creada a imagen de Dios".

©  ¿Por qué no tomamos la resolución de experimentar en carne propia esa misma renovación interna?

De hacerlo así, cada nuevo año que pase podremos testificar que la vida nueva en Cristo, el Hijo de Dios, es la única lotería que tiene valor eterno.

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARE QUE LO NUEVO DE ESTE AÑO COMIENCE CON UNA NUEVA VIDA EN CRISTO, NUEVA NATURALEZA, UN NUEVO HOMBRE INTERIOR; UNA VERDADERA RENOVACIÓN.

 

ORACIÓN:

Padre CelestialJehová Mekaddesh, el Señor que nos Santifica (Ezequiel 37:28)Tú eres Santo, Único, Especial y Singular; sé que hay un solo Dios y nadie ni nada como Tú y que la santidad viene de acercarse a Adonai Mekaddesh. Gracias Padre que estas en los cielos por entregarnos nueva vida por medio de tu hijo Jesucristo. El ha sido la verdadera renovación de nuestra vida y lo será cada año, cada mes, cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo que vivamos a tu imagen y semejanza; es el mejor premio que podemos ganarnos. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por proveerme una nueva naturaleza. Amén.


Juan Manuel Lamus O.