CAMBIO, RESTAURACIÓN & PODER
FILIPENSES 2:12B,13 (NTV)
Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor. Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a Él le agrada.
♥ El cambio y la restauración solo son posibles u ocurren en el poder de Dios, no en el suyo propio, de ahí la importancia de someter todas sus debilidades de carácter a Él.
¡¡¡Para experimentar la esperanza y el consuelo de Dios,
se necesita ver quién es Él para ver quién es usted realmente,
solo entonces podrá ver cómo Él puede cambiarle y restaurarle!!!
El cambio y la restauración a menudo desencadenan en las personas dos reacciones negativas que dicen:
1. "No tengo el tiempo ni la energía para cambiar".
La vida se siente demasiado ocupada, demasiadas responsabilidades, demasiados problemas, demasiados desafíos, demasiado que manejar.
2. "¿A quién estoy engañando?"
El pensamiento es que Dios no puede cambiarle. Se piensa que se ha intentado cientos de veces, pero se ha fracasado y se ha decepcionado a todos, incluido a Dios.
Ambas reacciones provienen de la falsa creencia de que el cambio depende enteramente de usted. Esa mentalidad es agotadora y desalentadora. Si tiene que mantener su propia motivación para cambiar todos los días, eventualmente se dará por vencido. Pero Dios ofrece un camino mejor.
En la Palabra, el profeta Isaías nos recuerda de dónde viene el verdadero poder:
"El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la Tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento. Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles. Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos. En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán". (Isaías 40:28-31 NTV)
El cambio y la restauración real no se trata de su poder; se trata del poder de Dios obrando en usted. Imagínese esto: sus esfuerzos son como un colibrí cuyas pequeñas alas revolotean tan rápido. Usted revolotea aquí por la esperanza, allá por la esperanza, arriba por la esperanza, abajo por la esperanza, tratando de tener esperanza en su vida. Está agotado por tratar de llegar a un lugar de esperanza por su cuenta. Pero el poder de Dios es como un águila que se eleva en las corrientes ascendentes del viento. Las águilas no luchan, se elevan porque están diseñadas para atrapar el viento.
De manera similar, Dios diseñó su alma para que se elevara en la corriente ascendente de su amor, no en su propio esfuerzo, pero para aprovechar su poder, debe dejar de revolotear de un lugar a otro en busca de esperanza y, en cambio, decir: "Dios, te necesito. Confío en Ti momento a momento". Ahí es cuando sentirá la corriente ascendente de su amor, fuerza y poder. Es así como el pasaje que estudiamos hoy nos deja claro que Dios es quien le da el deseo de cambiar, incluso cuando no lo siente, y también le da el poder para dar el siguiente paso.
♥ Entonces el cambio y la restauración ocurren cuando deja de confiar en sus propias fuerzas y comienza a confiar en la fuerza y el poder de Dios para transformar su vida.
☝🏼 Piense en esto:
✓ ¿De qué manera pueden las muchas ocupaciones o los sentimientos de fracaso convertirse en excusas que le impiden permitir que Dios obre en su vida?
✓ Isaías 40 habla de Dios dando fuerza a los débiles. ¿Cómo ha experimentado la fuerza de Dios en momentos en los que se sintió impotente?
✓ ¿Qué significa confiar en Dios "momento a momento", y cómo puede incorporar esta confianza a su cotidianidad?
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE LA ESPERANZA NO VIENE DE ESFORZARME MÁS, SINO DE CONFIAR MÁS EN DIOS, PUES ÉL QUIERE QUE RECUERDE ESTA VERDAD Y QUE ME VUELVA CONTINUAMENTE A ÉL, PORQUE ÉL ES QUIEN ME DA LA FUERZA PARA VOLAR; ENTONCES ASÍ LO HARÉ.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, grande y poderoso, sé que Tú eres la mayor fuerza de todo el universo, el Dios único y verdadero, que a través de tu Espíritu Santo nos has provisto de tu sabiduría y tu mismo poder, no solo para que podamos enfrentar cualquier dificultad acá en la Tierra y salir victoriosos siempre, sino también para que, cultivando el fruto de nuestro espíritu, por la semilla sembrada por el tuyo, podamos lograr el cambio y la restauración total al original, y la paz interior manifiesta precisamente por la llenura de tu Santo Espíritu que produce el Poder Divino en nosotros. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por ser totalmente real en mi vida, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri