lunes, 27 de marzo de 2017

ZARANDEAR

 

LUCAS 22:31-34 "Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo; pero Yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos". Pedro dijo:

-  "Señor, estoy dispuesto a ir a prisión contigo y aun a morir contigo". Jesús le respondió:

-  "Pedro, déjame decirte algo. Mañana por la mañana, antes de que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces". (N.T.V.)


©  Causar daño a nuestra fe por medio del fracaso es la estrategia de satanás.

Todos transitamos por el valle del fracaso. La pregunta es:

©  ¿Cómo responderemos?

Muchas personas se rinden y cambian una vida de servicio en el Reino de Dios por una vida derrotada. Pero el fracaso no tiene por qué ser el fin. Es una oportunidad de comenzar una nueva vida en el poder de Cristo.

 

Un fracaso en la vida de Pedro cambió su vida. Jesús le advirtió que satanás le había pedido permiso para "zarandear" al discípulo como al trigo (Vs.31). Para separar el grano de la rama hay que sacudirlo fuerte. El enemigo quería sacudir la fe de Pedro con la esperanza de que se desprendiera de Jesús como la paja. Pedro creía fervientemente la promesa que había hecho a Jesús. "Aunque todos te abandonen, yo jamás lo haré" (Marcos 14:29 NTV). Pero satanás sabe unas cuantas cosas sobre el poder del temor, es más, sabía que el discípulo quedaría herido por su deslealtad. Un hombre con su orgullo destrozado no puede evitar dudar de su utilidad. Cuando satanás zarandea a los creyentes, su objetivo es causar daño a nuestra fe para volvernos inútiles para el Señor. Quiere que nos aislemos de la acción en favor del Reino de Dios. Por tanto, ataca nuestros puntos fuertes, las áreas donde nos creemos invencibles o al menos que estamos muy bien protegidos, y cuando el diablo tiene éxito, nos sentimos decepcionados y desmoralizados. Pero no tenemos que quedarnos así. Pedro renunció a su orgullo y se vistió con el poder del Espíritu Santo. A partir de entonces, se arriesgó a la humillación, la persecución y la muerte por proclamar el evangelio.

 

CONFESIÓN DE FE:

EL FRACASO ES EL CATALIZADOR QUE DA LUGAR A UNA FE MÁS GRANDE Y A UN VERDADERO Y HUMILDE SERVICIO, RENUNCIARÉ AL ORGULLO Y ME VESTIRÉ CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO, ASÍ SATANÁS ME PUEDE ZARANDEAR Y SEGUIRÉ FIRME CON JESÚS Y SIRVIENDO PARA SU REINO.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, Elohim Tzur, Dios de mi Roca y mi Fortaleza (2 Samuel 22:47). Mi Señor y Salvador Jesucristo, mi Roca, sé que una roca es fuerte, sólida, confiable, duradera, útil como arma o para la defensa. Yo sé que Tú, El Todopoderoso, eres nuestra defensa eterna de la cual podemos depender puesto que eres fuerte y confiable. Por eso vengo a tu Presencia hoy mi Señor Jesús, clamando para que me des esa fortaleza de la roca para que permanezca firme, con una fe a toda prueba cuando satanás quiera venir a zarandearme, para que yo pueda mantenerme leal a Ti y no sea desprendido de tu lado y de servirte, como la paja del trigo, por ninguna emoción, tribulación, circunstancia o persona. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por la fidelidad y lealtad que siempre me has modelado. Amén.


Juan Manuel Lamus O.