lunes, 31 de agosto de 2020

SEÑORÍO

 

COLOSENSES 2:6-8 Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense profundamente en Él y edifiquen toda la vida sobre Él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud. No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo. (NTV)

 

De la relación directa entre la Salvación y el Señorío de Cristo.

¿Cómo pueden las personas que han puesto su fe en Cristo como su Salvador vivir en rebeldía contra Dios, con actitudes y conductas impropias?

Al fin de cuentas, cuando una persona es salva, recibe una vida nueva; la conducta y los pensamientos pecaminosos son característicos de la vieja vida (2 Corintios 5:17).

 

¡¡¡La salvación es un acto que Dios lleva a cabo una sola vez

en la vida de cualquier persona que reconoce que Cristo pagó por sus pecados,

y entonces se somete a Su Señorío!!!

 

Esa persona tiene, entonces, la seguridad de un lugar en el Cielo. Pero…

1.     ¿Sabía usted que el Señor quiere aún más que esto para nosotros?

La Biblia enseña que Él nos predestinó para ser "hechos conformes a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29,30). Este es su propósito final. La salvación es la puerta que abre el camino a este proceso, que se lleva a cabo por el Espíritu Santo que vive en nosotros.

2.    Esta transformación requiere el sometimiento al Señorío de Cristo.

Él pagó por nosotros con su sangre y como ahora le pertenecemos, El Señor tiene el derecho a gobernar nuestras vidas. En otras palabras, le recibimos como Señor en el momento de la salvación, y ahora debemos andar en Él (Vs.6), dejando que tenga el control total de cada decisión, acción, palabra, motivo, actitud y pensamiento. Si no lo hacemos, nuestro crecimiento espiritual se atrofiará y sucumbiremos a un estilo de vida pecaminoso.

 

Si usted ve poco progreso en su vida espiritual, el problema se debe probablemente a un aspecto que se está reservando para sí mismo y no ha aceptado el Señorío de Cristo.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO DE QUE, SI RECIBO A CRISTO, ME ENTREGO A ÉL Y DEJO QUE ÉL SEA SEÑOR DE LA TOTALIDAD DE MI VIDA, SERÉ ENRIQUECIDO SOBREMANERA EN TODAS LAS ÁREAS DE MI VIDA, CUANDO ÉL CAMBIE MI CARÁCTER, MI PERSPECTIVA, MIS ACTITUDES Y MI CONDUCTA.

 

ORACIÓN:

Mi Dios y Señor Jesús, Adon, Amo y Señor de mi vida (Colosenses 4:1). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, mi Dios y mi Rey eres Tú, pues reinas en mi vida y lo haces de una manera amorosa y sabia, y es por eso que he decidido someterme a tu Señorío sin condición, de manera que puedas transformarme a tu imagen y semejanza, de tal manera que seré enriquecido en todas las áreas de mi vida, cambiando mi carácter, la perspectiva que pueda tener de la vida, mis actitudes frente a ella y mi conducta, y no solo ante Ti, sino también ante mis semejantes. Gracias, mi Señor por la Salvación, pero hoy quiero darte infinitas gracias por tu Señorío sobre mi vida pues da frutos al someterme; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.