miércoles, 22 de marzo de 2017

LA ESPERANZA

 

HEBREOS 6:17-20 Dios también se comprometió mediante un juramento, para que los que recibieran la promesa pudieran estar totalmente seguros de que Él jamás cambiaría de parecer. Así que Dios ha hecho ambas cosas: la promesa y el juramento. Estas dos cosas no pueden cambiar, porque es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, los que hemos acudido a Él en busca de refugio podemos estar bien confiados aferrándonos a la esperanza que está delante de nosotros. Esta esperanza es un ancla firme y confiable para el alma; nos conduce a través de la cortina al santuario interior de Dios. Jesús ya entró allí por nosotros. Él ha llegado a ser nuestro eterno Sumo Sacerdote, según el orden de Melquisedec. (N.T.V.)


©  La esperanza: El ancla de nuestra alma.

Muchas personas en el mundo, tal vez incluso usted, se enfrentan a terribles tormentas en sus vidas: hogares deshechos, desempleo, soledad, pérdidas, crisis mundiales. Estas cosas reducen drásticamente la esencia misma de nuestra esperanza en Cristo. Puede incluso parecer que estamos perdidos, a la deriva en el mar en una pequeña barca durante un huracán.

 

De igual manera, los discípulos enfrentaron este temor. Mientras cruzaban un lago en su pequeña embarcación, el tiempo empeoró, poniendo en peligro la embarcación y sus propias vidas. En su desesperación, acudieron a Jesús por ayuda, pero se sorprendieron al encontrarlo dormido. Entonces gritaron:

-  "¡Señor, sálvanos, que nos vamos a ahogar!" (Mateo 8:25 NVI).

Cuando Jesús despertó, los reprendió por su falta de fe y luego procedió a calmar la tormenta. Por medio de esta asombrosa demostración de su poder, Él demostró que era el Señor de toda la creación. También fue una clara lección acerca de adónde debemos acudir cuando surjan las tormentas en nuestras vidas. A veces, las personas piensan que sus circunstancias difíciles significan que Dios no está atento, eso es lo que pensaron los discípulos, hasta que Cristo se levantó para calmar las turbulentas aguas. Nada está fuera del control de nuestro Soberano Señor. Cuando nuestro mundo parezca estar fuera de control, el Señor Jesús seguirá siendo el Señor de todo.

©  Entonces, ¿qué debe hacer usted cuando piense que Él está dormido?

 

CONFESIÓN DE FE:

DARÉ GRACIAS A DIOS PORQUE ÉL ESTÁ EN LA BARCA CONMIGO CUANDO SURGEN LAS TORMENTAS EN MI VIDA; SEGURO DESPUÉS VERÉ LA SITUACIÓN A TRAVÉS DE LOS OJOS DE LA ESPERANZA Y LA CONFIANZA EN ÉL.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Emunah, el Dios Confiable (Deuteronomio 32:4). Mí amado Señor y Salvador eres completamente confiable, y sé que puedo poner mi esperanza en Ti. Por eso en Ti confío plenamente y estoy seguro del trabajo arduo y permanente que Tú ejerces en mi vida; el amor sin límites que Tú me prodigas, a veces sin que siquiera yo lo pueda notar; la seguridad de que siempre estas a mi lado y tienes cuidado de todas mis necesidades me da la suficiente confianza para vivir tranquilo y sosegado. Gracias Dios mío porque en Ti tengo puesta mi esperanza, mi confianza y mi fe, con la seguridad de que Tú eres el ancla de mi alma cuando surgen las tormentas de la vida y la barca parece naufragar. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.